Reconstrucción por sismos tardará hasta tres años
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Reconstrucción por sismos tardará hasta tres años

A casi un año del “peor sismo en 100 años”, inmuebles históricos como el palacio municipal de Juchitán o templos como el de San Vicente Ferrer en Juchitán y el del Patrocinio en la capital del estado se mantienen inhabilitados por parte del INAH.


Pese a los recursos millonarios que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha anunciado como inversión para la restauración de monumentos históricos dañados por los sismos en Oaxaca, entre mil 500 y 2 mil millones de pesos, 84.6% de los 587 inmuebles afectados presenta un avance de obra cero y su habilitación tardará hasta tres años, hasta 2020 o 2021.

“Hay una meta conocida que nos ha trazado nuestras oficinas centrales en la Ciudad de México, se estima que todo el patrimonio que fue dañado en los sismos del año pasado lo estaremos recuperando entre 2020 y 2021 en su totalidad”, explica el antropólogo Joel Omar Vázquez Herrera, director del centro INAH Oaxaca, quien frente a las críticas porque la reconstrucción de monumentos históricos parece inmóvil, asegura que se han saltado diversos obstáculos, desde la obtención de los recursos, hasta la convocatoria a empresas especializadas en restauración y el aval de los proyectos técnicos.

“No es una atención lenta, eso lleva una connotación de mucha responsabilidad, yo no me atrevería a decirlo, estamos hablando de patrimonio histórico que tiene un grado de complejidad para su intervención, es decir, requerimos de especialistas para que esto sea intervenido, aquí no puede meterle mano cualquier persona, deben ser especialistas que primero tienen que elaborar un proyecto”, asegura.

El funcionario subraya que los avances en la reconstrucción se han dado en la elaboración de los proyectos técnicos. “El inicio de la A a la Z no tiene que ver con que ya pueda ejecutar obra o colocar materiales, tiene que ver con el desarrollo de todo un proyecto, ahí es donde digo que hay un avance significativo porque tenemos el recurso y estamos trabajando en los proyectos, un avance lo hay, y sustantivo, a lo mejor esta parte es un poco desconocida, no tan visible”, asegura.

Un reporte del INAH con corte del pasado 16 de agosto señala que en siete regiones del estado fueron dañados 587 inmuebles históricos, de los cuales 50 cuentan con avance de obra y en 40 ha concluido su restauración o protección, ya sea con recursos federales o del Fonden aplicados a través del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (INPAC).

La mayoría de estas intervenciones han sido menores, “hemos iniciado obra menor porque la realización lleva menos tiempo, donde hemos iniciado es sobre todo en la Mixteca y en Valles Centrales, donde tenemos daños menores de algunos inmuebles, ahí ya hemos iniciado, en el Istmo de Tehuantepec no porque estos 84 puntos tuvieron daños mayores”, explica el delegado del INAH.

Istmo, región más afectada

De los inmuebles afectados en septiembre de 2017 por movimientos telúricos, de acuerdo con los registros del INAH, 556 son monumentos históricos y 12 son zonas arqueológicas; 245 sufrieron daños menores; 308, moderados y 34, graves. Pese a que numéricamente las zonas con más daños fueron Valles Centrales, con 205, y la Mixteca, 170, el Istmo de Tehuantepec, que resultó con 84 inmuebles históricos dañados, es el lugar que presentó una afectación más severa.

En esta región, a casi un año del “peor sismo en los últimos 100 años”, las críticas contra el INAH han comenzado por las decisiones que ha avalado, entre ellas evitar que el mercado de Juchitán fuera demolido argumentando que es una obra histórica y artística o que el palacio municipal esté en la lista de inmuebles con avance cero.

Además de la inactividad en cuanto avance de obra, las críticas contra el instituto se acumulan por el ánimo paternalista y patrimonialista con el que ha tratado los monumentos históricos.

“Juchitán es una ciudad muy importante históricamente, tal vez no tiene muchos edificios monumentales, pero los pocos que tiene los tiene que conservar y quienes tienen que decidir qué edificios son importantes son precisamente los juchitecos, los que habitamos en este lugar, los que tenemos memoria histórica de este lugar”, asegura el arquitecto Elvis Jiménez, director de la organización Yoo Bidoó —traducido del zapoteco significa casa sagrada—, que desde septiembre pasado ha denunciado la ineficiencia de los gobiernos federal, estatal y municipal para proteger el patrimonio histórico de esta ciudad.

Hoy, observa, los juchitecos se encuentran excluidos del proceso de reconstrucción de su patrimonio histórico. El tema, apunta, se ha tratado desde el centralismo del INAH, entre empresas, burócratas y particulares.

“No es posible que instituciones que ni si quiera conocen Juchitán solamente observen lo que crean conveniente y decidan qué sí y qué no es monumento histórico, hay edificios que merece la pena rescatar y que no han sido atendidos y edificios que no son históricos como el mercado, que bajo un argumento de que es un monumento arquitectónico, una pieza de arte, se pretenda rescatar”.

Jiménez, especialista en la historia arquitectónica de Juchitán y en las técnicas constructivas utilizadas en esta comunidad, expresa además serias dudas respecto a la necesidad de aplicar grandes cantidades de dinero para la restauración del patrimonio histórico. Sobre la cantidad de entre 1.5 y 2 mil millones de pesos, señala, “si quisiéramos rescatar todos los monumentos que existen, claro que ese dinero no alcanzaría, si vamos a la realidad, 2 mil millones de pesos no se van a ocupar ni el 30% en campo, físicamente, en el edificio, el 70% va a ir a salarios de burócratas que jamás van a visitar Juchitán y el otro tanto se va a quedar para quienes vengan a ejecutar, seguramente el 5% va a ser para la mano de obra, para los obreros que van a trabajar acá día a día, pegando un pedacito”.

Ese dispendio de recursos, continúa, contrasta con las pobreza y la necesidad que se vive en Juchitán y que se ha acentuado después de los sismos de septiembre: “no estoy en contra de los arquitectos restauradores, pero sí estoy en contra de los millones que se pierde para hacer un proyecto, en rescatar un monumento que se puede hacer con criterios verdaderamente de rescate y pensando en la sociedad, estamos en un país pobre, en una comunidad con mucha necesidad, donde se tienen que pagar millones para que extraños vengan a analizar algo que nosotros podemos hacer, sí con capacitación, con supervisión del INAH, pero hay gente que lo puede hacer”.

 

El dilema del mercado

El mercado se ha convertido en una fuente ingente de dudas. Desde el porqué mantendrán el edificio, por qué hay tan pocos avances en la ejecución de la obra y si se entregará en noviembre como se anunció en febrero pasado. De acuerdo con información de Fundación Televisa, esta obra es ejecutada por Hábitat para la Humanidad y la constructora Sackbé con un presupuesto de 32 mil millones de pesos aportados por la Fundación Alfredo Harp Helú, Fomento Social Citibanamex, Coca Cola y Televisa. En este mercado se invertirá más del 50% de los recursos que estas fundaciones destinaron a la reconstrucción de tres mercados, uno en Santiago Astata y otro en el estado de Morelos, en total 57 mil 120 millones de pesos.

El pasado 15 de agosto, en una visita a Juchitán, el gobernador Alejandro Murat explicó que se trata de “una obra arquitectónica histórica”, “muchos preguntan por qué no se tiró, porque tiene un valor arquitectónico histórico y los ingenieros valoraron que se puede mantener, pronto poco a poco vamos a volver a tener nuestro mercado en Juchitán”, expresó. Ese valor histórico, basado en la supuesta autoría del arquitecto español Félix Candela, ha sido fuertemente cuestionado.

“No hay evidencia, hasta ahora nadie ha mostrado un plano firmado por Félix Candela, no existe ningún documento que avale esta afirmación”, acusa Jiménez. “Sin embargo los ingenieros de las empresas Molino del Rey, contratada por el Gobierno del Estado hicieron un proyecto de rescate que cuesta mucho más que lo que cuesta físicamente rescatar el edificio, bajo el argumento de que es un monumento artístico.

“Desde mi punto de vista como arquitecto, el mercado por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia es un monumento artístico, es una aberración, es un edifico espantoso, mal hecho, no es funcional, ya tiene más de 50 años, por lo tanto ya pasó su vida útil y no tiene ningún proceso histórico que lo respalde, no hay ninguna situación histórica que valga la pena recordar con el mercado, al contrario, tuvo en su momento un movimiento cultural en contra”.

 

En la capital, avances solo en Guadalupe

De los 12 inmuebles históricos dañados por los sismos en la capital del estado, únicamente en uno, el templo de Guadalupe, se ha comenzado a ejecutar la obra de restauración.

Para los demás edificios -entre ellos las iglesias del Patrocinio y de Las Nieves- existen dos fuentes de financiamiento, una, recursos que directamente entregue el INAH a empresas que presenten los proyectos de restauración; la segunda, la aplicación de recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) aplicados por el INPAC para inmuebles que haya inscrito en la declaratoria aprobada por Gobernación.

“Una fuente de financiamiento corresponde al seguro, una póliza asegurada que paga el Instituto para proteger los inmuebles históricos, todos los inmuebles que estén relacionados con el seguro los va a atender directamente el INAH, nosotros no ejecutaremos la obra, la van a ejecutar empresas que nos van a traer su proyecto, lo dictaminaremos y si lo avalamos en positivo, podrán intervenirlo”, explica el director del centro INAH Oaxaca Joel Omar Vázquez.

Para estimar el tiempo que tardará la recuperación del patrimonio histórico dañado, el funcionario se remite a un referente inmediato, “en 1999 cuando también ocurrió un sismo de la mayor importancia, tardamos en recuperar todo el patrimonio histórico cuatro años, por la especialización del trabajo.

“En esta ocasión, aunque los daños sean probablemente mayores que en 1999 no nos tardaremos tanto, pero tampoco es algo que podamos resolver en medio año o en los once meses que llevamos, estamos hablando de inmuebles que tienen 150 o 300 años de existencia, y que se les tiene que dar un tratamiento muy especial”.

 

 

ALGUNOS AVANCES EN PATRIMONIO DAÑADO

**Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán y Museo de las Culturas Oaxaqueñas
Se reintegró el enladrillado en la cara exterior de la bóveda y en superficies planas; se aplicó enmasillado como acabado final
**Templo de San Cristóbal, San Cristóbal Suchixtlahuaca
Consolidación de grietas en muros, arcos, cubiertas y bóveda
**Templo de San Juan, San Juan Nochixtlán
Se llevó a cabo la integración del entortado en la cara exterior de la bóveda, así como pintura en muros, campanarios y en la parte interior de la bóveda.
**Templo de la Asunción, Santa María del Tule
Se consolidaron grietas en muro, arco y en la cara interior de la cúpula.
**Templo de San Juan Bautista, San Juan Bautista Cuicatlán
Se consolidó una grieta continua en contrafuerte.


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