Atzompa, joya zapoteca

Construido aproximadamente mil años después que la plaza principal de Monte Albán, la zona arquitectónica zapoteca de Atzompa es el más conjunto de plazas, edificios y centros ceremoniales más recientemente descubiertos en Oaxaca y está aún en la ruta de darse a conocer como un centro turístico de gran envergadura. Hoy la difusión e incluso las señales sobre el camino principal de Santa María Atzompa son pocos.

“Sobre la cabeza del agua” es su nombre náhuatl que deriva de atl, agua, tsontekomatl, cabeza, y pan, lugar, su nombre en zapoteco aún es desconocido. La investigación sobre Atzompa la inició el arqueólogo mexicano Jorge Ruffier Acosta en 1937 bajo las órdenes de Alfonso Caso, quien desarrollaba el Proyecto Monte Albán, a partir del cual se descubrieron las denominadas Casa de Oriente y Casa de los Altares -aún en proyecto de excavación-, ambas símbolos de que en el lugar se asentaron al menos dos familias privilegiadas de la sociedad zapoteca.

 

Tesoro hallado en 2012

Este centro arqueológico fue inaugurado en 2012 con descubrimientos relevantes que permitieron a los arqueólogos precisar información sobre la distribución de las residencias para los zapotecos.

La Casa de Oriente es el primero de los edificios que puede observarse en el sendero prehispánico de Atzompa.

Cuenta con un patio hundido en planta cuadrangular, alrededor del cual se construyeron las habitaciones con piedra cortada y adobe. Además de su ubicación, se presume la importancia del lugar por la presencia de áreas de servicio conectadas con la parte principal en las que se encontraron cajetes y vasos con glifos probablemente utilizados para tareas domésticas.

De las más de dos mil terrazas –habitaciones o de cultivo- que constituyeron Monte Albán, en Atzompa se han encontrado 438. Hay además 29 montículos, 13 plazas y un adoratorio.

A diferencia de Monte Albán, en Atzompa los zapotecos encontraron en el mismo cerro los materiales necesarios para edificar los palacios y centros funerarios, principalmente la cantera.

En este conjunto se encuentra además del juego de pelota más grande de Monte Albán, que mide 45 metros por 22. En las esquinas aún pueden observarse los nichos en los que se presume eran colocadas efigies de los dioses que presenciaban los juegos.

A raíz de los hallazgos arquitectónicos en este sitio, la doctora Nelly Robles García, directora del proyecto Conjunto Monumental Atzompa, ha señalado que la ubicación de estos edificios muestra “la preocupación de las elites zapotecas por vigilar y controlar el paso de personas que llegaban desde las tierras altas de la región Mixteca, en la que se desarrolló una extraordinaria cultura representada por gran cantidad de comunidades prehispánicas de todas las épocas. Por otro lado, muestra la solución de los zapotecos al crecimiento de su población y a la necesidad de repartir espacios de poder entre las elites dominantes”.

En Atzompa se han encontrado 13 plazas, la mayor parte de ellas en el cerro El Bronce. En el centro de la plaza A se ubica un adoratorio en cuyo centro hay una estructura en forma de cruz, probablemente una tumba inconclusa.

Otra de las zonas que puede observarse es la Plaza C, un lugar para el encuentro espiritual de los zapotecos, desde el cual podían observar gran parte del territorio que cubría Monte Albán, las edificaciones colocadas sobre el Cerro de El Gallo, El Plumaje, El Mogollito, Cerro de la Cruz, Monte Albán Chico y El Paragüito. También se observan desde aquí otros territorios de los Valles Centrales, de la Sierra Sur y algunas montañas de la Sierra Norte.

 

Edificio funerario

Como parte de los hallazgos realizados en el Conjunto Monumental Atzompa destaca el de un complejo funerario compuesto por tres cámaras, en dos de las cuales se encontraron pinturas murales con figuras que probablemente sean alegorías del juego de pelota.

En estos espacios se encontró una de las figuras emblemáticas de Atzompa, la de 8 Temblor, que requirió uno de los procesos de restauración más detallados del proyecto. Además el haber encontrado restos óseos permitió que se conociera de forma más cercana el orden de los elementos funerarios.

La presencia de los edificios funerarios ha sido señalada como un hallazgo determinante, pues se diferencia de la forma en la que se daba sepultura a los señores en Monte Albán.

 

Reconstrucción

La forma en la que fue restaurado Atzompa se diferencia por décadas de la utilizada en Monte Albán. En el lugar donde fue descubierta la Tumba 7 los encargados del proyecto aún pudieron utilizar cemento, un material que hoy prohibido por tratados internacionales para este tipo de construcción.

Esa diferencia impide que los visitantes a la zona arqueológica de Atzompa puedan caminar sobre los centros ceremoniales y las casas de las élites zapotecas como pueden hacerlo en Monte Albán. En Atzompa encontrarán además diversas zonas en las que aún se realizan trabajos de excavación y restauración.

Entre estos sitios se cuenta la Casa Sur, unidad palaciega con funciones similares a la Casa Oriente, donde posiblemente vivían sacerdotes o pobladores de la élite.

En la Plaza B se llevan a cabo labores de liberación, restauración y consolidación de la fachada este del edificio 1. Para la consolidación de los edificios se utilizan elementos reversibles como cal, barro y piedra.

 

Museo comunitario

Además del recorrido por la zona arqueológica de Atzompa, un kilómetro antes del acceso se encuentra el museo comunitario, inaugurado de forma paralela en 2012. En este lugar se pueden encontrar piezas de barro y piedra que fueron talladas entre los años 650 y 850 d.C. Entre las figuras que aquí se encuentran hay una pieza central del juego de pelota.

También hay grandes vasijas de barro, que demuestran que esta actividad en Atzompa es parte de su origen.