Devaluación del peso afecta el precio de semillas
La segunda mitad del próximo año será donde se reflejen los incrementos de los insumos.
Cerca de 50 por ciento de las semillas mejoradas como el maíz, trigo, soya y frijol, y que son importadas, empiezan a resentir incrementos debido a la depreciación del peso frente al dólar, reconoció la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Semillas de hortalizas que son importadas como brócoli, jalapeño, espinacas, entre otras, también han elevado su precio, lo mismo que insumos, como el nitrato de amonio que se utiliza para los fertilizantes, y que también se importa.
Si bien los precios medidos en dólares no han registrado alzas espectaculares, lo cierto es que cada día se importa más bienes de consumo, especialmente alimentos, dio a conocer la central campesina.
La dirigente Lilia Mendoza indicó que debido a ello, los efectos de la debilidad del peso frente al dólar comenzarán a sentirse en la segunda mitad del año y se verán reflejados en los sectores que dependen en buena medida de las importaciones.
Indicó que con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la devaluación ya tiene un efecto en las importaciones de productos agropecuarios que se pagan en dólares, las cuales cayeron 9.5 por ciento en los primeros cinco meses del año.
Asimismo, reconoció que el equipo y maquinaria que se compra en el exterior serán más caros y que la depreciación del peso frente al dólar podría agudizarse en el próximo año.
Esto encarece los costos de producción de los alimentos a pesar de que estos sean hechos, producidos o cultivados en México, ya que dependen de insumos y tecnología extranjera.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, de los alimentos que consume una familia mexicana, 43 por ciento son de origen extranjero. El aumento de precios en los alimentos contrasta con la calidad del salario, con ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo, además personas viven con ingresos inferiores a la línea de bienestar.
La línea de bienestar es el valor monetario de una canasta de alimentos, bienes y servicios básicos, y la línea de bienestar mínimo es el valor monetario de una canasta alimentaria básica.
De acuerdo con el Coneval, la pobreza alimentaria es la incapacidad para obtener una canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar para comprar sólo los bienes de dicha canasta.
