El acto además ocasionó afectación emocional a la propietaria del canino.
Derivado de un procedimiento abreviado a cargo de la Fiscalía de Investigación Metropolitana, la autoridad judicial sentenció a 3 años 8 meses de pena privativa de la libertad al responsable y deberá pagar una multa de 187 días de salario mínimo.