“Que ya pare ese bullying”, expresan familiares de víctimas de Tlahuelilpan

“Me dejo con el pastel esperando, era el cumpleaños de mi nieta, pero ya nunca llegó”, recuerda Severa Alpizar Jiménez, vecina de Tlamaco y madre de Navor Hernández Alpizar, una de las 137 víctimas que fallecieron en la tragedia del 18 de enero de 2019, en la explosión e incendio del ducto ocurrido en San Primitivo, comunidad del municipio de Tlaxcoapan, en límites con Tlahuelilpan.

Desde la fecha en que falleció el joven, cada 20 días, sus familiares acuden al campo donde ocurrió la tragedia. Pero hoy es una fecha especial, es el cumpleaños de Adamaris, hija de Navor, señaló la mujer, quien cada año tendrá que recordar que un día como este su hijo “me dejo con la cena esperando”.

De su hijo, la mujer narra que éste era un muchacho alegre, que le gustaba salir de fiesta con sus amigos, como cualquier joven; desafortunadamente, ese día estuvo en el lugar equivocado y falleció dejando sin padre a tres menores.

La señora Severa señala que en su caso ha encontrado la resignación paulatinamente, pero no por ello deja de incomodarle los comentarios que se realizan contra las víctimas que fallecieron en la tragedia.

“Mi hijo ya está con dios, pero todos esos comentarios que la gente hace nos entristecen, se expresan horrible de nuestra gente, no eran delincuentes, fueron las circunstancias. Que ya pare ese bullying, que peor castigo que haber muerto de esta manera. Yo pido por mii hijo, peor también por esa gente que parece que tiene muerto el espíritu”, expresó la mujer.