En sexenio de EPN sólo hubo retrocesos: Lorenzo Meyer
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Nacional

En sexenio de EPN sólo hubo retrocesos: Lorenzo Meyer

“La ‘casa blanca’, la corrupción abierta y finalmente, el caso de Ayotzinapa, marcan ante la opinión ciudadana mexicana el sexenio de Peña Nieto”, afirma.


En sexenio de EPN sólo hubo retrocesos: Lorenzo Meyer | El Imparcial de Oaxaca

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, que está a 11 días de concluir, sólo hubo retrocesos: se retrocedió en seguridad, en derechos humanos, educación y hasta en economía, porque aunque no cayó a menos que lo alcanzado por su antecesor Felipe Calderón Hinojosa, tampoco creció, dice Lorenzo Meyer Cossío, historiador y profesor de El Colegio de México (Colmex), en entrevista con SinEmbargo.

Meyer Cossío asegura que no puede ver ningún acierto en la administración de Peña Nieto. Ni en en el Pacto por México, las reformas estructurales y tampoco en su estrategia de seguridad.

“La ‘casa blanca’, la corrupción abierta y finalmente, el caso de Ayotzinapa, marcan ante la opinión ciudadana mexicana el sexenio de Peña Nieto”, afirma.

El profesor e investigador plantea que “desde el principio de la victoria de Peña Nieto está Monex, está la compra del voto, y ya con eso deja un aire de violación de las reglas básicas de la democracia. No puede ser democrático alguien que viene del Estado de México, porque el Estado de México tiene esa peculiaridad que desde el inicio del régimen priista hasta hoy nunca ha tenido un gobierno de oposición. Siempre ha manipulado, es experto ese grupo del Estado de México en la manipulación de los instrumentos autoritarios no democráticos del sistema y pasó de hacerlo en Toluca a hacerlo a nivel nacional. Yo no puedo ver nada positivo”.

En el ocaso de su sexenio Peña Nieto, como ningún otro Presidente de la República, está solo y enfrentará una retirada en descampado. El Presidente del “nuevo PRI” fracasó y junto con él, los gobernadores que eran considerados como “el nuevo rostro” de aquel priismo que había recuperado el poder después de 12 años, mostraron la cara más “brutal y mañosa” de la corrupción, argumenta en esta entrega el historiador.

“Es verdad que Zedillo se fue a la Universidad de Yale y que Carlos Salinas, después de que a su hermano lo metieron a la cárcel, prefirió andar por Irlanda, Cuba, pero volvió y el sistema lo volvió a cubrir y él, supongo, piensa que manejó al sistema a pesar de todo. Yo creo que a Peña Nieto no le va a ocurrir los mismo. Va a quedarse bastante solo”, dice.

–¿Cuál su evaluación general del sexenio de Enrique Peña Nieto?

–No hay, creo yo, en los juicios políticos una objetividad como puede haber si la pregunta viniera en el contexto de una ciencia dura. En las ciencias sociales, en particular en política, no hay forma de lograr objetividad, aunque uno lo intente. Mi juicio sobre Peña Nieto es negativo, pero es el mío. Acepto que puede ser rebatido e introducir otras variables, pero desde el inicio mismo es la recuperación de la Presidencia por parte del PRI.

En realidad es el regreso a su régimen, ese régimen que se empezó a construir inmediatamente después de la Revolución con la Constitución de 1917 y la elección de Venustiano Carranza se inicia el régimen. Es cierto que quedó en manos de un panista en el 2000, lo mismo que en el 2006, pero el PAN [Partido Acción Nacional] de esa docena de años ya no es realmente un PAN que esté muy lejos del PRI. Cuando se usa el concepto de PRIAN creo que tiene mucha sustancia. Entonces no le veo una ruptura con el antiguo régimen, es una continuación de cambios, pero no de fondo. Así pues, Peña viene a concluir un siglo del mismo régimen y probablemente a cerrarlo.

Porque en esta ocasión gracias a las elecciones del 1 de julio de 2018 ya no hay la posibilidad de un mismo régimen, sino que los que tomaron el poder anuncian que son un nuevo régimen. Lo anuncian de una manera muy peculiar: es la Cuarta Transformación, bueno apelando a la historia política de México; igual hubieran podido decir es el inicio de un régimen. Entonces Peña Nieto es el que cierra ese ciclo centenario. Y no lo cierra con broche de oro, sino con muchas dificultades y fracasos.

Si el proyecto de Peña Nieto, el sexenal, es el Pacto por México, que sí fue un golpe político espectacular ver a los partidos de oposición comiendo de la mano de Peña Nieto, al PAN y al PRD [Partido de la Revolución Democrática], que fue el creador del Pacto y se la compró Peña, pues sí es algo que llama la atención. Es un Gobierno de coalición como se dijo entonces y se pusieron más de 90 compromisos que se iban a cumplir.

Compromisos en relación a la corrupción, al crecimiento económico, a la recuperación de la paz. Se cumplieron unos cuantos. El compromiso que se cumplió a fondo es el de la Reforma Energética que, desde mi punto de vista, no es precisamente el que más convenía a México: fue abrir de manera clara, sin tapujos, la explotación petrolera; dejar a Pemex [Petróleos Mexicanos] de lado y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) también y abrir esto al capital privado nacional y extranjero.

En eso sí lo logró, sobre todo en materia petrolera, aunque no logró el aumento en la producción que se supondría vendría casi de la mano de esa apertura; eso se dejó para más adelante, para el siguiente Gobierno. Así que, incluso en esto que fue muy exitoso, porque las empresas privadas y extranjeras vinieron y compitieron por sus lotes para la explotación del petróleo, todavía no han llegado a producirlo, transformarlo y entregarlo al mercado nacional. Seguimos importando cada vez más gasolinas, los precios de los combustibles subieron; incluso en esa reforma, que fue la que más les importó a ellos, estaban en juego millones y millones de dólares, pues el éxito es relativo.

Fragmento de una entrevista de SinEmbargo, léela completa aquí.


aa

 

Relacionadas: