En el 68, periodistas cubrieron movimiento; grandes medios censuraron información
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En el 68, periodistas cubrieron movimiento; grandes medios censuraron información

Fueron esas áreas (dueños, directivos y editores) donde se permitió que imperara la censura del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.


En el 68, periodistas cubrieron movimiento; grandes medios censuraron información | El Imparcial de Oaxaca

Con los recuerdos vívidos de esa cobertura, la primera que hacía como reportero, Ubaldo Díaz no duda en señalar que los periodistas que cubrieron el movimiento de 1968, pero específicamente el 2 de octubre, cumplieron a cabalidad su labor informativa, no así los dueños de los grandes medios de comunicación, de prensa, radio y televisión.

Reportero de La Prensa durante esos hechos, que marcaron un antes y un después en México, narra en un solo aliento que fueron en esas áreas (dueños, directivos y editores) donde se permitió que imperara la censura del gobierno del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.

“Los reporteros sí teníamos la libertad de escribir notas o crónicas sobre lo que se estaba desarrollando, sobre todo los excesos de policías, granaderos y militares… al final prevaleció la autocensura”, recuerda.

Ubaldo reconstruye hechos vividos en carne propia, aunque no duda en señalar: “había una llamada, todas las tardes, de algún funcionario de la Secretaría de Gobernación al director del periódico, en la que se pedía qué publicar y qué no”.

Entonces un muchacho que aún no acababa la carrera de periodismo en la UNAM, el hoy columnista rememora que incluso la información de los reporteros que cubrían el movimiento se leía en las asambleas del Consejo Nacional de Huelga (CNH).

Comenta que los mismos estudiantes corroboraban que las notas de los medios se apegaban a los hechos, salvo algunas excepciones, como El Heraldo de México, donde “los textos no correspondían con las fotografías, donde se observaba la brutalidad con la que actuaban los policías y militares en contra de estudiantes”.

Ubaldo Díaz reflexiona cuando se le pregunta sobre los momentos más difíciles de esa cobertura. Bebe un poco de refresco de limón y dice que hay dos hechos a los que no se les ha prestado mucha atención, pero que fueron de una violencia significativa: la defensa de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, en el Casco de Santo Tomás, y un enfrentamiento entre granaderos y estudiantes, donde la población civil se sumó a los estudiantes.

Sobre el 2 de octubre se va pausado. Llegó puntual a la cita y siguió todos los acontecimientos desde el piso 3 del Edificio Chihuahua, donde los líderes estudiantiles daban los discursos, donde apareció el Batallón Olimpia, y aparentemente surgieron los primeros disparos.

Pero hay un hecho que llamó la atención de Ubaldo en esas horas de pánico y zozobra. Tendido en el pasillo del balcón principal, como ordenaron a todos los ahí presentes los elementos del Batallón Olimpia, observó los disparos horizontales que llegaban hasta ese sitio, que incluso perforaban los elevadores.

 


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