Ofrenda a los difuntos en la cultura Triqui
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Los Municipios

Ofrenda a los difuntos en la cultura Triqui

Pobladores dicen no necesitar mucho; lo poco que tienen las familias lo ofrendan con mucha devoción y cariño


  • Ofrenda a los difuntos en la cultura Triqui
  • Ofrenda a los difuntos en la cultura Triqui
  • Ofrenda a los difuntos en la cultura Triqui

Día de Muertos es ofrendar, recoger del campo las flores amarillas, colocar luces de velas y veladoras, esparcir humo de copal para aromatizar, bendecir y purificar las almas, una enseñanza de honrar a nuestros seres queridos.

“No se trata de justificar que no tenemos dinero para ofrendar; nuestros antepasados no necesitaban colocar grandes manjares en un altar: con un vaso de agua, una luz de vela o veladora, eso basta para ofrecer a las almas su bienestar”, dijo Fausto Sandoval Cruz, de la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla, en la cultura Triqui. 

Agregó que lo poco que tienen las familias lo ofrendan con mucha devoción y cariño. Van al campo a recoger una flor llamada “ventosidad”; su aroma es como a miel de abeja. Estas y otras que abundan en esta temporada son recogidas y llevadas para hacer un altar para Día de Muertos.

SOBRE LA FESTIVIDAD

Para el Día de Muertos,  en la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla, se hacen los altares con flores amarillas. La gente va a al panteón el 3 de noviembre; no el 2, ya que esta es la fecha en que llegan los fieles difuntos. La casa no debe estar sola, al contrario, se le da la bienvenida con una ofrenda. 

El 1 y 2 de noviembre no se abandonan las casas, se está todo el día en ella para recibir a los fieles difuntos, porque ellos llegan al hogar a convivir con sus seres queridos. Disfrutan de la armonía y los diversos aromas de las frutas, pan y de toda la gastronomía que se le ofrece en el altar.

El 3 de noviembre se van al panteón; todas las personas llevan comida, bebidas, flores, velas o veladoras; así como herramienta para dejar bonito el sepulcro del ser querido. Este es el único día que se va al panteón, aunque desde el 28 de octubre se está atento para ofrecer en el altar por lo menos una luz de vela y el aroma de alguna flor. 

La tradición de Día de muertos es una de las festividades más importantes para la comunidad, ya que es una concentración familiar, de mucho respeto y alegría porque se degusta lo que se recoge del campo con los familiares que vienen del cielo.

Los altares no se levantan luego, tienen que pasar varios días: más de cinco o hasta ocho, ya que se piensa que los familiares todavía están presentes, su esencia viva, ya que es de mala educación comerse las cosas que están en ofrenda. 

En lo que se refiere a la gastronomía se acostumbra el atole de frijol, atole de res, chayotes hervidos, tortillas con maíz nuevo o los chitajatos, son tortillas con maíz tierno, son deliciosos, pozole, pero además se hace el tradicional mole o una salsita hecha en molcajete. 

Algunas personas acostumbran todavía recoger las flores amarillas que se dan en los campos; otros siembran desde junio, pero es bueno enseñarle a las nuevas generaciones que colocar un altar es ofrendar a nuestros difuntos, es esa esencia, nadie los ve porque en ocasiones las personas quieren palpar y eso no es posible, solo se recuerda y se vive de las esencias.