Buscan frenar abusos de integrantes del Ejido de Cuicatlán
Se lucra con un bien del pueblo y el pretexto o justificación es que todo lo que esté en tierras ejidales es sinónimo de lograr todo el dinero que sea posible
Integrantes del Ejido de Cuicatlán están siendo acusados de convertir las Riveras del Río Grande en un jugoso y productivo negocio al extraer y vender material pétreo; esto sin importar el grave daño causado al medio ambiente.
Además, la Comisión Nacional del Agua desmintió que extendiera un permiso para esta actividad, al argumentar que “los ejidatarios de Cuicatlán sí tienen un permiso, pero es para el borde de las Riveras del río y no para destruir esta importante área”.
Personas que han trabajado en esto –y quienes pidieron mantener en el anonimato su identidad para no sufrir represalias– indicaron “los señores del núcleo Agrario en 3 meses sustrajeron mil 500 viajes de arena, con un costo por viaje de 100 pesos, es decir, obtuvieron libres 150 mil pesos, dinero que será repartido entre quienes conforman la mesa directiva del Ejido y los ejidatarios más allegados”.
Es decir, se lucra con un bien del pueblo y el pretexto o justificación es que todo lo que esté en tierras ejidales es sinónimo de lograr todo el dinero que sea posible y destinarlo a un beneficio personal.
Desafortunadamente, tanto la Semarnat, la Profepa y la reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán no coordinan operativos conjuntos para terminar con estas anomalías; guardan un silencio cómplice al permitir un daño irreversible al medio ambiente.
