Pobreza y abandono inundan a Yatzeche
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Pobreza y abandono inundan a Yatzeche

La sequía, la contaminación del Atoyac y la falta de oportunidades han hecho que Santa Inés Yatzeche quede semi- desierto, ahora las mujeres, adultos mayores y niños que aún viven en la demarcación tienen que sortear la pobreza como pueden ante la falta de apoyo para el campo y programas gubernamentales.


Pobreza y abandono inundan a Yatzeche | El Imparcial de Oaxaca

Debido al fenómeno migratorio, generado por factores como la pobreza, sequía y abandono oficial en que viven los habitantes de Yatzeche, las calles lucen vacías y el campo semi-desierto.

Los pocos comuneros que aún permanecen en la población tienen que desafiar el hambre y las enfermedades que han dejado las inundaciones de aguas negras del río Atoyac, al día de hoy siguen esperando la ayuda gubernamental para rescatar sus bienes perdidos.

Pobreza
De acuerdo a un estudio realizado por especialistas del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito de Oaxaca (UBAJO) denominado Remesas, desigualdad y pobreza, Yatzeche es considerado como un municipio clave de las fallidas políticas públicas que implementan las diferentes instancias gubernamentales.

En 2010, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dio a conocer que este municipio, perteneciente al distrito de Zimatlán de Álvarez, se caracteriza por los altos niveles de migración y pobreza.

En ese año, de los 921 habitantes en el municipio, 85.2 por ciento se encontraba en situación de pobreza, de los cuales de los cuales 275 (34.2 por ciento) presentaban pobreza moderada y 409 (51 por ciento), estaban en pobreza extrema.

Cinco años después está situación empeoró, en 2015 el 94.7 por ciento de la población ya se encontraban en situación de pobreza, de los cuales el 66.8 por ciento padecen pobreza extrema y el 27.9 pobreza moderada.

Al igual que la pobreza, el municipio también tiene un grado de intensidad migratoria muy alto, situándolo en el lugar número 42 a nivel estatal y 125 a nivel nacional. A escala municipal, el 62.4 por ciento de los hogares cuenta con la jefatura masculina, cifra inferior en comparación con lo registrado a nivel estatal (74.3 por ciento), lo que implica la importancia que tiene la mujer en el liderazgo del hogar.

Sorteando la pobreza
Doña Juana, quien se dedica a la elaboración y venta de tortillas es un ejemplo de superación ante las adversidades que tienen que ha tenido que enfrentar.

Tras el fallecimiento de su esposo, ahora es el pilar de su familia y con esfuerzo se hizo cargo de sus cuatro hijas. Desde su humilde vivienda que se ubica en el casco de población se dedica a desgranar el maíz y a elaborar tortillas, tostadas y tlayudas.

“Hago de todo, cuando es tiempo de ir a sembrar me dedico al campo, pero últimamente nos pegado mucho la sequía, no hay agua y se cosecha muy poco, apenas sí alcanza el maíz para todo el año”.

Juana señaló que el maíz que se cosecha durante el temporal se tiene que administrar de la mejor manera “para que alcance para uno y también para vender un poco de tortillas porque si compramos ya no hay ganancia”.

Algunos días de la semana, Juana se dedica a vender tacos en la comunidad y en los domingos se dirige a San Pablo Huixtepec, donde el recurso que se obtiene por la venta de tortillas sirve para la despensa de la semana.

“En los domingos me voy a San Pablo, cuando se vende todo se gana 200 pesos, pero ya no alcanza para la despensa, todo está muy caro, apenas y sirve para unos tomates y cebolla”.

Para sortear la semana y la sequía, afortunadamente doña Juana es beneficiaria del programa para adultos mayores de 65 y más, “porque si no lo tuviera sería difícil salir hacia delante, es lo único que llega porque para el campo no hay”.

Al igual que todos los habitantes de Yatzeche, doña Juana ha padecido las inundaciones que dejó el río Atoyac en 2010 y 2017, en esa ocasión “el agua alcanzó más de un metro, se llevó algunos pollos que tenía y logró rescatar mis marranos”, recordó con tristeza.

Aquel septiembre de 2017, fue desastroso para los habitantes de esta comunidad, pues también el sismo dejó su marca en las humildes viviendas de adobe que a la fecha presentan severas cuarteaduras.

“Vinieron a censarnos trabajadores del gobierno y nos prometieron apoyo por la inundación, a pesar de que mi casa se cuarteó por el temblor de plano me comentaron que no me ayudarían porque no se cayó, desde esa fecha duermo en mi cuartito de lámina porque tengo miedo que en cualquier momento se caiga mi casita”.

En la mayoría de las familias el fenómeno de la migración está presente, pues ante la falta de oportunidades y empleos, tanto hombres y mujeres se van a la Unión Americana en busca de una mejor condición de vida.
“Hace muchos años se fue una de mis hijas, ya no viene porque la situación ya está muy difícil, hace muchos años que ya no la veo”, refirió.

La sequía, otro obstáculo

“Se los llevó la desgracia”
Don Juan Pérez es uno de los pocos campesinos que hace frente a la sequía que impacta en el valle de Zimatlán de Álvarez desde el 2018, entre la tierra seca y los radiantes rayos del sol hace lo posible para obtener un poco de pastura y mazorca.

“Todavía estamos sacando un poco para los animales, acá se siembra por temporal y cuando no hay lluvias se pierde todo y se va la cosecha, y si no hay cosecha no hay dinero, está difícil el campo en estos tiempos”.

Explicó que a raíz de la inundación de aguas negras que padecieron en septiembre de 2017, llegó la sequía y el abandono de las autoridades de los diferentes niveles de gobierno. “Pareciera que los trajo y se los llevó la desgracia”.

Según recuerda, las únicas lluvias que se presentaron en 2018, fueron el 10 de mayo “que es cuando empezamos a sembrar, pero después paró y fue hasta julio cuando llovió un poco, luego en septiembre, y desde entonces, no hay lluvia, la tierra y la cosecha se secó”.

Junto con su esposa, desde las primeras horas del día recolectan lo que pueden de un campo desierto con pastura y mazorca totalmente seca que sirve aún para alimentar a su ganado.

“Lo poquito que sacamos sirve para darle de comer a las vacas lecheras pero ya no producen igual, con las plantas secas solo sacamos 10 litros de leche al día, que es lo que vendemos para poder sacar un poco de dinero”.

De acuerdo a don Juan, hace muchas décadas los campesinos aprovechaban las aguas del río Atoyac para el riego de sus campos, pero ahora se encuentra convertido en canal de aguas negras.

“Si hubiera agua nuestros cultivos y la pastura estaría verde, nuestras vacas producirían lo doble de leche hasta 20 litros al día, pero la contaminación y la falta de lluvias nos viene a dar en la torre”.

El campesino hizo un llamado a las autoridades estatales, federales y a los mismos legisladores para canalizar programas y apoyos para el campo. “No le estamos pidiendo dinero, solamente que ejecuten obras de riego para que el campo no se muera y nos siga dando para comer”.

“Está muy duro el campo ahora, ni modos a esto nos dedicamos y hay que trabajar porque si no se trabaja no hay para comer”, refirió.

 

El abandono oficial
María de Jesús Saveche Martínez, presidenta municipal de Santa Inés Yatzeche, detalló que inició su administración en 2017, la comunidad se encuentra en el abandono oficial, “durante la inundación llegaron muchos funcionarios del Gobierno del Estado que encabeza Alejandro Murat, prometieron apoyos pero solamente quedó en promesas”.

Dijo que a raíz de la peor inundación del pueblo “nos hemos enfrentado a una serie de problemas, desde el abandono de los gobiernos estatal y federal, afectaciones en la red de drenaje, agua potable y la contaminación del río”.

“El municipio es muy pequeño porque la mayoría de los habitantes se han ido a otros lugares a buscar nuevas fuentes de empleo y los recursos que recibimos no alcanzan, nos limitan mucho para realizar obras, en lo único que nos ha ayudado a medias el gobierno estatal es la prestación de maquinaria por parte del Comisión Estatal del Agua (CEA)”.

De las promesas que realizaron los funcionarios encargados de los programas sociales, expuso que los ciudadanos que resultaron damnificados fueron engañados. “Solamente vinieron a prometer y a tomarse la foto”.

“Durante la contingencia nos vinieron a visitar muchos funcionarios del gobierno del estado, prometieron apoyos, tomaron censos y nombres de las personas pero hasta la fecha no se han vuelto a parar y solo quedaron en promesas”, reiteró la edil.

Recordó que los titulares de diferentes dependencias como la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesoh), Comisión Estatal de la Vivienda (CEVI), Secretarías de las Infraestructuras, entre otras, comprometieron la edificación de baños y viviendas mediante la mezcla de recursos.

“Lo malo es que hasta ahora no vemos el apoyo, he recorrido las dependencias para darle seguimiento pero solo nos dan vueltas, nosotros no pedimos que nos den todo pero por lo menos un cierto porcentaje, estamos de acuerdo con la mezcla de recursos pero no hay nada, Santa Inés está en vil abandono, en 2017 y 2018 no hubo mezcla de recursos, lo único que se había logrado fue la construcción de la carretera pero a la mera hora nos recortaron un 60 por ciento de lo que nos había aprobado y ahora está a medias”.

“Hemos solicitado ampliación de la energía eléctrica, tampoco se nos ha apoyado, muchos dicen que están combatiendo el rezago pero estamos en las mismas, como autoridad estamos tocando puertas, nos regimos por normativos internos a lo mejor por eso no nos hacen caso porque no somos de partidos políticos”, afirmó.

Saveche Martínez, refirió que de las declaratorias de emergencia que recibió la comunidad para acceder a los recursos del FONDEN en 2017, a la fecha no han aterrizado los proyectos.

“Así como hemos sufrido de sequía, también de inundaciones, desde el 2017 las aguas negras del río inundaron 200 hectáreas y solo nos apoyaron para 25 hectáreas, ahora estamos en espera de recibir el apoyo del 2018 por el impacto de la sequía”.


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