Papelerías: vender rezagos; padres por ahorrar en útiles

A casi una semana del inicio del nuevo ciclo escolar, el reto para padres de familias es principalmente economizar en la compra de útiles escolares y de uniformes, mochilas o calzado. Para los establecimientos comerciales, sacar la mercancía rezagada desde antes de la pandemia o lograr ventas que no se habían conseguido en los dos últimos ciclos.

En la ciudad de Oaxaca, ambos apuestan por los beneficios. En tiendas de venta de mochilas las expectativas a casi una semana del regreso a clases no son muy alentadoras. En algunos negocios este tipo de artículos se venden a cuenta gotas. En otros establecimientos con variedad de útiles escolares, los padres y sus hijos entraban y salían constantemente el pasado fin de semana.

Las filas, de menos de 20 personas se observaban en tiendas de uniformes como en la calle Las Casas, a donde acudían las madres y sus hijos en busca de mejores precios, pues los negocios cercanos a sus domicilios tenían precios más altos. Pero en las zapaterías, el panorama era distinto.

En un negocio de la calle J. P García, la encargada respondía que la venta de mochilas no se había logrado en el día. Con precios de entre 90 pesos (en mochilas de preescolar) y hasta 370 (para quienes acuden a primaria u otro nivel escolar), aún aguardaba las esperanzas porque accediera algún cliente.

Para madres como Abelina, proveniente de la agencia Santa Rosa Panzacola, el reto es economizar, especialmente en la adquisición de uniformes. Formada como otras a las afueras de una tienda en la calle Las Casas, centro, confiaba en ahorrarse al menos 100 pesos por cada uniforme. Las clases, cuenta, inician el 29 de agosto, por eso la necesidad de contar con ellos antes de la fecha.

Nos dijeron que acá están más económicos, que no pasan de 600”, explica sobre su esperanza para hallar un uniforme completo a ese precio y no pagar los 800 pesos que maneja la tienda cercana  su domicilio.

Otras madres han “comprado lo más básico, que son las libretas”. Estela, quien junto con sus dos hijas salía de un establecimiento cercano al jardín San Pablo, entre la avenida Independencia y Reforma, era de una de ellas. Sin embargo, por lo esencial, 8 libretas, había pagado cerca de 500 pesos.