Desaprueban plan para sustituir a laurel caído del zócalo
Activistas señalan que de elegirse otro laurel de la India o un higo del valle, las especies estarán condenadas a una muerte lenta
Por observar diversas necesidades que no se garantizarán con las condiciones del zócalo, ambientalistas y especialistas desaprueban la plantación de un laurel de la India o un higo del valle para reemplazar al laurel emblemático que cayó el 7 de junio. En cambio, señalan que entre las tres, la única opción ideal es el guamúchil, que sí podrá desarrollarse en el zócalo de Oaxaca de Juárez y con menos riesgos a futuro.
Activistas como Israel Nazario y Gerardo Aldeco Pinelo, del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) señalan que de elegirse otro laurel de la India (ficus retusa) o un higo del valle, tales especies estarán condenadas a una muerte lenta. En tanto requieren de mucho mantenimiento y los ya existentes en el zócalo compiten por luz solar y otros recursos, además de padecer de plagar como el hongo ganoderma, como sucede con varios laureles.
Los activistas cuestionan a la autoridad por las experiencias tenidas ya con otros laureles que han caído en el zócalo, o los fresnos y pochotes de la ciudad que se han convertido en peligros para la población.
Con encuesta lanzada en sus redes sociales, el ayuntamiento capitalino puso a consulta pública el ejemplar que sustituirá al emblemático laurel de la India del zócalo.
Sin embargo, de las tres propuestas, sólo una es respaldada por el COAO. En la terna se propone plantar un laurel de la India como el que cayó.
También, un higo del valle como el que colocó la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) en sustitución de uno de los dos laureles del zócalo que perecieron en 2020. El tercer ejemplar propuesto es un guamúchil, y que desde la perspectiva de ambientalistas es el único ideal para la zona y para asegurar su sobrevivencia.
Israel Nazario señala que el municipio pudo haber elegido otras opciones distintas al laurel y al higo, en tanto correrán los mismos riesgos que el laurel que cayó. “Son árboles monumentales y de raíces superficiales, por lo que necesitan un espacio más grande”, refiere.
Por ahora, el municipio ha plantado de manera temporal algunos ejemplares en la misma jardinera. A decir de Nazario, estos sí podrían permanecer el sitio del laurel emblemático, al ser árboles nativos y de fácil adaptación: un zompantle, un copal blanco y un palo mulato. “Esos son árboles endémicos, nativos y finalmente cumplen con una función porque se ven bonitos”.
