Violencia de género camina ufana en las calles citadinas
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Violencia de género camina ufana en las calles citadinas

A diferencia de los hombres, las niñas y mujeres tienden a ser invisibilizadas, pese a ser trabajadoras-proveedoras-protectoras- cuidadoras


Violencia de género camina ufana en las calles citadinas | El Imparcial de Oaxaca
Son las mujeres quienes sufren un desdén hacia su trabajo

Aunque en el estado de Oaxaca se estima que el 73% de personas que trabajan en calle son hombres y el 27% son mujeres, la desigualdad y los estereotipos siguen marcando la labor de niñas y mujeres. La violencia es otro de los factores que afectan a las menores o sus madres.

La niñas y mujeres que trabajan en calle tienen muchos riesgos y peligros: sufrimos acoso, nos dicen groserías y estamos expuestas a violencia por parte de hombres”, señaló Keilah, egresada de uno de los programas de la asociación civil Centro de Apoyo al Niño de la Calle de Oaxaca (Canica).

Esta semana, integrantes de la academia, gobierno estatal y municipal, organizaciones de la sociedad civil y sociedad en general participaron en el cuarto Foro Anual Canica, “Niñez, Juventud y Calle: Una Mirada Desde los Derechos Humanos”, en el que se analizó la situación de las y los menores con vínculos desfavorables con la calle.

Es decir, de quienes “ocupan el espacio público en una situación de desventaja” respecto a otras personas, en tanto esta es el lugar “donde se alimentan, donde juegan, donde aprenden”, donde “tienen vínculos que desfavorecen su desarrollo integral”, como refiere Alejandro Lima, coordinador de desarrollo institucional de Canica.

Este martes, parte del foro fue el tema “Género y Trabajo Infantil Callejero”, a cargo del investigador Carlos Díaz y participantes del programa de Canica, quienes analizaron la influencia del género “en el proceso de callejerización y cómo estas diferencias entre niñas y niños se convierten en desigualdades”.

A partir de ello se observó que la valoración y reconocimiento del trabajo en calle es distinto cuando se habla de hombres o de mujeres. A los niños se les ve “como trabajadores-proveedores-protectores” mientras que las niñas sufren de “una invisibilidad”, explicaron, a pesar de que terminan con responsabilidades más amplias, al ser “trabajadoras-proveedoras-protectoras-cuidadoras”.

Son las mujeres quienes sufren un desdén hacia su trabajo y, por lo común, carecen de pago, de reconocimiento y, además, son invisibilizadas”, expuso el investigador.


aa

 

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