Con exposición, conmemoran descubrimiento de la Tumba 7
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Con exposición, conmemoran descubrimiento de la Tumba 7

La muestra en la que se rememora el hallazgo del arqueólogo Alfonso Caso y su equipo en 1932 se presenta frente a la catedral metropolitana, el jardín Antonia Labastida y frente al exconvento de Santo Domingo de Guzmán


Con exposición, conmemoran  descubrimiento de la Tumba 7 | El Imparcial de Oaxaca

Con la inauguración de una exposición fotográfica frente a la Alameda de León, el jardín Antonio Labastida y en torno al exconvento de Santo Domingo de Guzmán, ayer, domingo, se conmemoró el aniversario 90 del descubrimiento de la Tumba 7 de Monte Albán.

La muestra recoge aspectos y datos sobre el hallazgo del equipo que lideró el arqueólogo Alfonso Caso el 9 de enero de 1932, mismo que marcó las pautas para la arqueología mexicana y la creación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La exposición fue presentada por el ayuntamiento capitalino, el que guarda estrecho vínculo con la ciudad ancestral y zona arqueológica de Monte Albán, en donde se localizó esta tumba. El Centro Histórico de la capital y la zona arqueológica comparten el reconocimiento de patrimonio mundial ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

“Descubierta tumba más importante América, enviaré detalles. Alfonso Caso. Arqueólogo”. Ese fue el escueto telegrama del 13 de enero de 1932 en el que el mexicano anunciaba al mundo el hallazgo de la tumba 7 de Monte Albán.

Los trabajos iniciaron desde el 6 de enero de ese año, pero la entrada a la tumba y el hallazgo como tal sucedieron el 9 de enero, según ha recordado la investigadora Nelly Robles, exdirectora de la zona arqueológica de Monte Albán y quien ha liderado proyectos varios sobre el sitio.

La tumba resguardaba un tesoro cuyas piezas están expuestas en una de las salas del Museo de las Culturas de Oaxaca, en parte del exconvento de Santo Domingo.

Alfonso Caso diría más tarde, en sus investigaciones, que la tumba sirvió para dos entierros, primero por los zapotecos y luego por los ñuu savi (mixtecos). También que gracias a la duda de un “ignorante de la prensa” se mantuvo por muchos años el interés sobre el descubrimiento que comenzó un 6 de enero y se extendió hasta el 9 de tal año.

El mismo Caso, quien fundara el Instituto Nacional Indigenista (predecesor del ahora Instituto Nacional de Pueblos Indígenas), recordó tal hallazgo en las memorias que publicó en 1969. En ese volumen titulado Tesoro de Monte Albán, el también fundador del INAH plasmó una dedicatoria a su esposa y compañera, María Lombardo Toledano, quien formó parte del equipo que descubrió la tumba.

“Entre los objetos y joyas de la Tumba 7 lo que ofrece mayor interés, no tanto por el material, como por la perfección del relieve, son los huesos tallados”, citaba el INAH en semanas previas al aniversario y como parte de los trabajos de atención que se mantienen respecto a las cientos de piezas que conforman el tesoro.

“1932 es el año que redefine nuestra identidad oaxaqueña”, señaló Adriana Aguilar Escobar, secretaria de Fomento Turístico durante la inauguración de la exposición, al referirse al hallazgo y a la elevación a rango de ciudad de lo que ahora se conoce como Oaxaca de Juárez.

“El hallazgo ocurrió a las 4 de la tarde.  La Tumba 7 de Monte Albán develaba sus secretos y abría las puertas al conocimiento de un pasado de esplendor. En la ofrenda se encontró oro, plata, piedras preciosas como jade, cristal de roca, obsidiana y turquesa, además de otros materiales como ámbar, perla, concha y coral”, explicó. Asimismo, que “el verdadero tesoro va más allá de las joyas en su valor material y artístico / que de suyo es invaluable / el verdadero tesoro es nuestra riqueza cultural con raíces milenarias”.

A decir de Aguilar, el descubrimiento “redefine nuestra identidad oaxaqueña porque ahora nos sabíamos herederos de una cultura con el conocimiento, la fuerza y capacidad de levantar un conjunto monumental como Monte Albán, nos sabíamos herederos de una cultura con la inteligencia y la sensibilidad de producir estas bellezas”.