Reprueba ayuntamiento capitalino en evaluación de la ASF
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Reprueba ayuntamiento capitalino en evaluación de la ASF

Con apenas 38 puntos de 100, la administración municipal obtuvo un nivel muy bajo en su evaluación de control interno


Reprueba ayuntamiento capitalino en evaluación de la ASF | El Imparcial de Oaxaca

Con un nivel bajo, al obtener solo 38 de los 100 puntos en su cuestionario de control interno, calificó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la administración municipal de Oaxaca de Juárez, que preside Oswaldo García Jarquín.

En su informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2020, la ASF señaló que la administración municipal tiene diversas debilidades para garantizar la ética, buena conducta y desempeño de servidores públicos o para informar a instancias superiores sobre las investigaciones por actos contrarios a la ética y conducta que involucren a estos.

“Aun cuando la entidad fiscalizada ha realizado acciones para la implementación de un sistema de control interno, éstas no han sido suficientes para establecer un sistema que esté integrado con los procesos institucionales y sujeto a la autoevaluación y mejora continua, por lo que se considera necesario reforzar la cultura en materia de control interno y administración de riesgos, para garantizar el cumplimiento de los objetivos, la normativa y la transparencia en su gestión”, reportó la ASF.

Entre las debilidades de la administración, la auditoría detalló que aunque se contó con un código de ética y de conducta y estos fueron difundidos al personal, careció de normas generales, lineamientos, acuerdos, decretos u otro ordenamiento en materia de control interno de observancia obligatoria.

Asimismo, que no solicitó “por escrito periódicamente la aceptación formal del compromiso de cumplir con el Código de Ética y el de Conducta por parte de todos los servidores públicos sin distinción de jerarquías”.

Sí se contó con un Plan de Desarrollo Municipal y establecieron indicadores, pero el municipio no estableció metas cuantitativas, ni se determinaron parámetros de cumplimiento, como tampoco se asignaron ni comunicaron los objetivos del plan, fue parte del resultado de la evaluación.

Aunque el ayuntamiento ha comunicado de tres reconocimientos a nivel nacional en materia de transparencia (por parte de la consultoría Aregional para 2019, 2020 y 2021), la ASF detectó que en la gestión “no se llevaron a cabo auditorías internas y externas”, tampoco se establecieron “controles para supervisar las actividades más susceptibles a corrupción”.

La administración saliente se mantiene enmarcada en la falta de confianza ciudadana y con muy baja aprobación, según otras encuestas como la de Massive Caller. Para octubre pasado, con apenas el 9.6 por ciento de aprobación, el presidente de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín, era el peor edil mexicano entre los 103 evaluados.

En tanto, es uno de los que menor percepción de confianza tiene en la ciudadanía, al ubicarse en el sitio 102. El índice de percepción de confianza hacia el presidente de extracción morenista era de apenas el 8 por ciento para ese mes.