Obras de Símbolos Patrios matan economía de la zona
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Obras de Símbolos Patrios matan economía de la zona

Algunos vecinos temen por aquellos árboles que han quedado rodeado por las obras


Obras de Símbolos Patrios matan economía de la zona | El Imparcial de Oaxaca

A las denuncias y quejas por las afectaciones al arbolado que implica la obra de ampliación de la avenida Símbolos Patrios, se suma la queja de propietarios de negocios. Los trabajos que se realizan hace casi dos meses en esta vialidad de la zona metropolitana de Oaxaca generan polvaredas, inundaciones y el riesgo de daños a vehículos.

Propietarios de negocios ubicados en el costado que conduce hacia San Antonio de la Cal coinciden en que a raíz de los trabajos hay una reducción significativa de clientes. Estos prefieren evitar el caos vial, el ruido de la maquinaria y el polvo en ellos, sus alimentos o pertenencias, o porque aun con la necesidad les es más complicado acceder a la zona.

“Ya no llega la gente al negocio” y “está la crisis del Covid”, dice Josué Velasco Ruiz frente a su taller de mofles, al tiempo de estimar que los estragos seguirán por varios meses más, especialmente porque en días pasados los empleados “se agarraron sus vacaciones. Y esto urge que se acabe”.

Desde su perspectiva, la obra por la que se estima una inversión de casi 400 millones de pesos y su conclusión en febrero es innecesaria.

Filiberto Aragón, propietario de una taquería, las polvaredas lo han obligado a cerrar antes. Desde la fonda de su madre, José Espinoza comenta que junto a sus compañeros de negocios aledaños ha tenido que regar agua constantemente para evitar las polvaredas.

Para los propietarios y clientes, los horarios más complicados por las afectaciones y el tráfico son en la mañana y durante la hora de la comida. Además de que observan un gran riesgo para el arbolado, especialmente para uno ubicado a mitad del carril, a la altura de la calle Quinta Las Águilas.

La omisión de trabajadores y responsables de la obra ante el llamado para evitar inconvenientes es otra de las inconformidades de personas como Francisco García, propietario de una tapicería. Además del polvo, cuenta que el paso de los vehículos, especialmente pesados, propicia el lanzamiento de pequeñas piedras de la obra y que estas “pueden romper los vidrios de los carros”.

“Se echan uno a otro la bolita y no levantan (las piedras); hasta que no suceda algo no pondrán cartas en el asunto”, ahonda el ciudadano, cuyo auto ya presenta algunos daños por el paso de los vehículos en un carril reducido.