Juguetes tradicionales, relegados por tecnología
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Juguetes tradicionales, relegados por tecnología

En espacios como el Mercado Benito Juárez, aún existen otros locales donde hay productores de juguetes tradicionales


Juguetes tradicionales, relegados por tecnología | El Imparcial de Oaxaca
Juguetes como los yoyos siguen siendo buscados por algunas personas.

Coloridos trompos, baleros y yoyos, entre los juguetes tradicionales que aún existen en México, ocupan parte de un local en el Mercado Benito Juárez. Aunque por varios minutos ninguno de ellos atrae la mirada de compradores y visitantes, Isabel García y su madre saben que habrá alguien interesado por ellos.

Quizá no los infantes de ahora, reconoce, pero sí los padres o abuelos de estos que, al recordar su niñez, quieran compartir con las nuevas generaciones la manera en que ellos se entretenían cuando niños. Pero estos clientes son generalmente de otros estados.

“Son juguetes que se venden durante todo el año y que la gente sigue buscando. El trompo, el yoyo y el balero son juguetes que los papás quieren enseñarle a sus hijos y que jugaban antes de que aparecieran los celulares, tabletas y videojuegos”, cuenta Isabel García, locataria de artesanías.

Pero reconoce que si bien siguen siendo adquiridos, las nuevas generaciones ya no los ven como un entretenimiento. Además de que este desinterés se observa en fechas como la de hoy, el Día de Reyes, cuando incluso los padres buscan otro tipo de juguetes.

“La mayoría busca carros de control o juguetes más sofisticados. Ayer hablaba con un niño de 12 años y le pregunté qué le había pedido a los Reyes. Me dijo que una Tablet. Ya ni siquiera buscan un cochecito, se van por juguetes más sofisticados”.

Los infantes de ahora prefieren pedir una Tablet o una consola, cuenta Isabel García. Quienes compran generalmente son turistas o adultos que esperan que sus hijos o las generaciones más jóvenes conozcan cómo se entretenían ellas.

En espacios como el Mercado Benito Juárez, aún existen otros locales donde hay productores de juguetes tradicionales. Sin embargo, no siempre atraen el interés de compradores.

Para Isabel, el desinterés de las nuevas generaciones en los juegos tradicionales impacta directamente en quienes los producen, pues aunque lo hay son muy pocos. Además de que con la epidemia de Covid los que provienen de otras comunidades han dejado de surtir los locales de la capital oaxaqueña.


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