El Diablo: de la nota roja al cine
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El Diablo: de la nota roja al cine

Alejandro Villafañe Tepox se formó como reportero de policiaca en las páginas de EL IMPARCIAL; su mayor cualidad era acudir al lugar de los hechos, incluso antes que la Policía. Su labor también quedó registrada en un documental de John Dickie


El Diablo: de la nota roja al cine | El Imparcial de Oaxaca
Alejandro Villafañe actualmente tiene 59 años.

Alejandro Villafañe Tepox —conocido en el medio periodístico como El Diablo— fue uno de los reporteros de la nota roja más destacados en EL IMPARCIAL, el mejor diario de Oaxaca.

SUS INICIOS  

Retirado de las plumas y las coberturas que le dejaron grandes recuerdos, Villafañe explica que su inicio en el medio fue en un pequeño diario que llevaba como nombre Panorama Oaxaqueño, que se imprimía sobre la calle de Camino Nacional en inmediaciones de Santa Lucía del Camino.

“Cerca de la casa de mi mamá se imprimía el periódico. Cuando me acerqué tenía intenciones de comprar y vender periódicos, pero uno de los fotógrafos —llamado Dimas— me preguntó que por qué quería hacer eso, que mejor me fuera a tomar unas fotos. Me dio una cámara de la marca Pentax, que sacaba doble fotografía; él me enseñó a revelar y ampliar las fotografías”.

Posteriormente, probó suerte en otros medios informativos como El Fogonazo, Rotativo y Extra. “En 1996 llegué por primera vez a EL IMPARCIAL. En ese tiempo, el periódico contaba con muy buenos reporteros de nota roja como Tomás Martínez, Juan Antonio Illescas y Floriberto Santos. Entonces no tenía nada que hacer porque estaba completa la sección policiaca, que era donde quería estar”.

Sin embargo, un año después, en 1997, recibió la llamada de Benjamín Fernández Pichardo, director general de EL IMPARCIAL. “Me dijo que necesitaba a un reportero de nota roja. Acepté y así inicié mi carrera en la policiaca”.

Alejandro Villafañe recalca que su inicio fue complicado “porque había llegado como fotógrafo; sin embargo, tuve que aprender a redactar. Mi mayor cualidad era que siempre iba a los lugares de los hechos, siempre le ganaba a todos, incluso llegaba antes que la Policía”.

En el 2015, El Diablo decidió retirarse de la nota roja.

EL MAYOR DE LOS RIESGOS

El Diablo recuerda que uno de los peores momentos que vivió como reportero “fue cuando cubrí un conflicto entre comunidades de la Sierra Sur. Fui con Samuel Gómez a San Lorenzo Texmelucan, que tenía problemas con sus vecinos de Teojomulco. Cuando llegamos la gente estaba muy alterada; nos retuvieron porque creían que éramos enviados del Gobierno. Nos amarraron por varias horas, y gritaban que nos iban a colgar y a quemar. Fue muy difícil esa situación”.

Señala que tras varias horas de estar retenidos, a la zona llegó el periodista Octavio Vélez. “La gente ya lo conocía y eso nos salvó la vida. Le preguntaron que si éramos reporteros y él les dijo que sí, que efectivamente éramos periodistas; solamente así nos dejaron libres, pero nos quitaron nuestros equipos”.

LOS MEJORES MOMENTOS

A sus 59 años de edad, Villafañe reconoce que así como enfrentó los riesgos en el oficio del periodismo, también disfrutó de los buenos momentos. “Conoces a mucha gente, ayudas a muchas personas y, sobre todo, reportas todo lo que pasa en el estado”. 

El documental El Diablo y la nota roja se estrenó en el 2007.

Agrega que “una de las cosas más bonitas que me pasó fue cuando llegaron al periódico unas personas diciendo que querían entrevistara un reportero de nota roja, en específico a Armando Chávez, pero Chávez me pidió que lo acompañara. Cuando llegamos con las personas que lo andaban buscando, nos llevamos la sorpresa que eran cineastas; estaba el director de cine, John Dickie, y uno de sus colaboradores. 

“Nos platicaron que querían hacer un documental sobre nota roja. Dijeron que habían buscado a muchos reporteros, pero no encontraron el perfil; entonces me eligieron. Hablaron con los directivos del periódico y aceptaron que se hiciera el documental. El licenciado César Bolaños nos echó la mano y habló con los integrantes del Consejo de Administración para que se pudieran llevar a cabo las grabaciones”.

Con mucha alegría, El Diablo recuerda que las grabaciones para el documental que llevó como título El Diablo y la Nota Roja, inició en el 2002. “Se iba a estrenar en el 2006, pero por el conflicto social y magisterial no fue posible; se estrenó hasta el 2007 en las salas de cine de Oaxaca”.

Asegura que en el periodismo vivió grandes momentos.

“Cuando se estrenó vinieron los autores y compositores de México, para invitarme a una alfombra roja en la capital del país; con mucho gusto acepté. Se proyectó en el Cine Altavista; la sala se llenó, y repartí muchos autógrafos”.

A 5 años de su retiro en el medio periodístico, El Diablo aún recuerda sus tiempos en la nota roja. “Antes no había mucha violencia, los agentes nos ayudaban a realizar nuestro trabajo, pero ahora existe más riesgo, y las mismas autoridades obstruyen la labor periodística”, concluye.  


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