Cerro del Fortín, sin Guelaguetza y en total abandono
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Cerro del Fortín, sin Guelaguetza y en total abandono

Ahora que la edición será virtual, las escalinatas que conducen al auditorio lucen con basura, maleza y un cartel en el que vecinos piden no ejercitarse en el área debido a la emergencia sanitaria


Cerro del Fortín, sin Guelaguetza y en total abandono | El Imparcial de Oaxaca

Subir las escaleras que conducen al Auditorio Guelaguetza parecía este domingo la actividad de un día cualquiera, aunque no lo era así. Un cartel colocado por vecinos lo advertía mientras en sus letras pide abstenerse a hacer ejercicio en la zona, debido a la emergencia sanitaria por Covid-19. Lo mismo permitían ver la maleza, basura y desolación del área, en la que hasta hace un año, un domingo como el de ayer era para acudir al espectáculo de Donají, la leyenda. O en el que este lunes se realizarían dos de las cuatro funciones del programa Lunes del Cerro.

La zona, que cada año desde hace varias décadas se embellece o limpia para visitantes y comerciantes, lucía abandonada. Y la poca vigilancia en el auditorio era para acompañar las labores del personal de la televisora estatal al interior. 

Por las escaleras, no faltaron las botellas de PET vacías, las envolturas de comida chatarra, recipientes de unicel e incluso una colchoneta vieja. Tampoco la maleza con varios centímetros de altura o los charcos en torno a los accesos al auditorio.

AMBIENTE ATÍPICO

A diferencia del año pasado, en la colonia Azucenas, el ambiente de ayer era atípico para las fechas que se viven y que ante la suspensión de las fiesta de Guelaguetza –físicas– la Secretaría de Turismo estimó una pérdida de 491 millones de pesos. “Está vacío, sin gente, no hay turismo”, decía Yadira. La vecina y comerciante de la zona contó que cada año, en julio, era habitual ver a gente de España y de Estados Unidos, “gente de fuera” en las actividades que las autoridades estatales promocionan como la máxima fiesta de las y los oaxaqueños. 

“Los oaxaqueños ya casi no entramos por los costos de los boletos y toda esa situación de que ya es negocio. Nuestros nuevos paisanos casi no suben”, externó. Pero remarcó que las ediciones de los Lunes del Cerro eran de acceso gratuito “era más nuestra la fiesta”. Y la de ahora “ya es más negocio, por donde le busquemos es negocio y ahorita los hoteleros lo están echando de menos porque no hay demanda económica ni turismo”.

Desde el puesto que instala afuera de su casa también reconoció que durante las fiestas ha tenido buenas ganancias, aunque con cobros extra de parte del ayuntamiento capitalino y los pleitos habituales entre comerciantes por un espacio en torno al auditorio.


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