Los baches: el eterno problema de la capital oaxaqueña
Además de los baches de varios centímetros de profundidad, los vehículos deben pasar a un costado de un registro abierto
“¡No vas a pasar ahí, mejor date la vuelta!”, le dice el copiloto al conductor de un auto Sentra gris, luego de ver cómo un auto Gol trata de sortear los baches de la avenida De Campiña, en el carril que conduce del Río Salado hacia Avenida Universidad. La escena ocurre en la agencia Candiani de la ciudad de Oaxaca. El conductor omite la recomendación y se anima a cruzar el tramo, aunque pronto se escucha cómo el auto golpea con el asfalto.
No es el único al que le pasa algo así, en esta parte de la capital, las lluvias han hecho más notorio el deterioro de la carpeta, en la que en unos cinco metros de longitud hay cuatro baches de al menos un metro de largo.
Pero los baches no son el único obstáculo a sortear en la vía, en la que del otro carril hay una condición similar. Si bien, hay un señalamiento, tanto unidades pequeñas como grandes deben de esquivar un registro abierto desde hace varios días. El pasado 9 de julio, a través de Twitter, los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO) indicaron que se había dado mantenimiento a la infraestructura sanitaria de esta parte de Candiani.
A un costado del registro, sobre la calle perpendicular, se exhibe un letrero del ayuntamiento capitalino en el que se informa de una obra de pavimentación realizada el año pasado. En el anuncio se señala que tal trabajo consistió en pavimentación con concreto asfáltico y obra complementaria en calle sin nombre y calle Judín, de la agencia Candiani. Y que para ello se invirtieron 15 millones 116 mil 304 pesos con 65 centavos.
Sin embargo, sobre avenida De Campiña se observa un deterioro a manera de baches profundos, en donde ayer decenas de autos y motocicletas cruzaron no sin estar exentos de riesgos y daños.
En esta zona de la ciudad, sin embargo, las calles guardan condiciones similares. Es el caso de F. M. Lund, la calle que se ubica en la parte trasera de Sam’s Club y Home Depot. En al menos la mitad de la vía hay enormes charcos y escombro, así como basura y maleza. Y eso impide que los conductores que quieran cruzar hacia las riberas del Río Salado desistan en ello y regresen por Avenida Universidad.
