Oaxaqueños no se rinden ante la contingencia por Covid-19
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Oaxaqueños no se rinden ante la contingencia por Covid-19

En San Luis Beltrán, en la colonia Ampliación y en la agencia Donají vive al día la mayor parte de la población


Oaxaqueños no se rinden ante la contingencia por Covid-19 | El Imparcial de Oaxaca

Vivir al día es lo que mantiene a las familias oaxaqueñas realizando diversas actividades en medio de la contingencia sanitaria decretada por las autoridades federales ante el coronavirus.

El período de cuarentena que se extendió hasta el 30 de abril no baja los ánimos en comerciantes y trabajadores, que en algunos casos no alcanzan el salario mínimo.

Esa situación enfrenta Carmen Rodríguez, propietaria de una tienda de calzado ubicada en la agencia municipal de San Luis Beltrán, quien pese a la contingencia mantiene las puertas abiertas pues su ingreso lo obtiene de vender.

“Si la situación empeora yo creo que sí habrá la necesidad de cerrar, pero sí, lo siento mucho por la economía” relata antes de asegurar que a sus trabajadores no los despedirá.

“Ellos tienen la necesidad de comprar y llevar el sustento al hogar y yo soy responsable de pagarles porque yo soy la que tiene que ver como solucionar ese problema”.

Una situación similar la vive Paola que a pesar de vender carne, un producto de primera necesidad, asegura que las ventas han bajado.

Aunque los costos de los alimentos que ofrece no han subido, el problema para su negocio es que la población adquiere otros productos como los de la limpieza.

“Del 100 por ciento que antes se vendía se redujo, que será un 80 por ciento” refiere al tiempo que limpia su área de trabajo.

A las bajas ventas se suma el aumento de precio de productos de la canasta básica.

En la última semana, Lourdes Jiménez vecina de la colonia Ampliación Jardín asegura que el frijol, arroz y huevo subieron sin razón alguna de precio.

Ahora por cada kilo paga en promedio más de tres pesos “yo me pregunto quién lo autorizó, porque el dinero no alcanza y la gasolina ya bajo”.

La molestia de mujer de la tercera edad es evidente, pues la contingencia la lleva a pensar que las empresas buscan acaparar el mercado local.

 


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