Piden intervención en arboledas del Zócalo para atender plagas
No sólo se trata de realizar podas, sino de atender las plagas como la mosquita blanca y el muérdago
Ante el severo deterioro de los árboles en el Zócalo de la ciudad, urge su intervención integral, pues no sólo se trata de realizar podas, sino de atender las plagas como la mosquita blanca y el muérdago, que reclaman procesos permanentes y constantes, expresó el ambientalista Jorge Narváez.
Emplazó a las autoridades estatales y municipales a salvar a los laureles de la India que sobreviven en la capital antes de que desaparezcan, pues se están muriendo sin un tratamiento y mantenimiento permanente.
Deploró que esta especie se vaya perdiendo y sean muy pocos los ejemplares que siguen vivos, pues las plagas y trabajos mal ejecutados han afectado el arbolado.
Hace algunos años la capital se caracterizaba por contar con una amplia gama de laureles de la India que se han perdido, ante lo cual las autoridades y la sociedad deben acudir en su rescate y proteger los pocos que quedan.
La poda de árboles permite liberar o eliminar el riesgo que significa el arbolado que se encuentra fracturado, seco o invadida por alguna planta parásita o plaga, pero también para cuidar la integridad física de la ciudadanía.
El integrante del Foro Oaxaqueño del Agua, dijo que sobreviven algunos en el Zócalo, Alameda de León, las escaleras del Fortín, pero corren el riesgo de que las plagas los consuman.
Se ha observado que se realizan podas, pero no se combate a las plagas, pues más del 80 por ciento del arbolado urbano se encuentra plagado.
Agregó que ante el creciente deterioro del medio ambiente es indispensable cuidar y proteger los árboles, las áreas verdes y bosques que son ecosistemas para la conservación de la vida.
Su importancia radica en la producción de oxígeno, la captación de agua, la conservación del suelo, la regulación del clima y también en que son el hábitat de un sinnúmero de especies, agregó.
El activista ambiental recordó que los árboles protegen al suelo para evitar la erosión, producen oxígeno, captan agua, protegen del ruido, regulan la temperatura, también son barreras contra el viento, mejoran el paisaje, dan sombra, retiene contaminantes, entre otros aspectos.
Explicó que en las ciudades son principalmente responsables de proporcionar parte del oxígeno que respiramos y eliminar dióxido de carbono, pero además, reducen la velocidad del viento, de la contaminación ocasionada por el ruido y del aire.
