“Una enfermedad no es un castigo divino”: arzobispo
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“Una enfermedad no es un castigo divino”: arzobispo

Son deficiencias e imperfecciones de nuestro cuerpo, dice Pedro Vásquez Villalobos.


“Una enfermedad no es un castigo divino”: arzobispo | El Imparcial de Oaxaca

Al ministrar el sacramento a los enfermos, el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Pedro Vázquez Villalobos, pidió no ver una enfermedad como un castigo divino y con mensaje de paz y esperanza, ver en la persona con alguna dolencia, el rostro de Cristo.

En la misa de las 12:00 horas de ayer, el purpurado ofreció este sacramento y lanzó el mensaje tanto a familiares como a los pacientes.

“Nunca piensen que su enfermedad es un castigo divino, no se equivoquen, no juzguen así o no concluyan que es un castigo por algo que usted hizo. No. Son deficiencias e imperfecciones de nuestro cuerpo”.

Y convocó a los enfermos a llevar a cabo las indicaciones del médico para tener una mejor curación.

En tanto, a los familiares, amigos o conocidos de alguna persona en proceso de tratamiento, recomendó tampoco atemorizar con sus palabras. “No ande diciendo que Dios está castigando a alguien porque fue un esposo malo. No lleven esas palabras a los enfermos; lleve mensaje de aliento y esperanza”, reiteró monseñor en el templo de nuestra Señora de la Asunción.

Frente a las personas con algún mal en el cuerpo y dolencias físicas, conminó a no decaer en la fe, en confiar en Dios para seguir pidiendo por la salud.

En la Catedral Metropolitana, lanzó el mensaje para que los católicos estén pendientes en dar un abrazo a ellos.

“Hermano que sufres y estás enfermo, en esos momentos difíciles levanta tu mirada al que extendió sus brazos en la cruz para salvarte”, dijo.

Vázquez Villalobos en esta Semana Santa convocó a unirse en oración para el necesitado y ayudarlo con un cuidado amoroso y desinteresado.

“Que usted sea bendito cuando vaya a visitar a un enfermo; vaya, no se va a contagiar, y sea capaz de mirar en ese enfermito el rostro de nuestro señor, visítelo en la persona del que sufre”, indicó.

Mientras tanto, a quienes atienden a las personas enfermas que lo hagan con paciencia y caridad: “desgástese, desvélese, cánsese por su papá, por su hijo, por su hermano, por su vecino, por su mamá”.

Eso, externó, es gracia y salvación y va conquistando el cielo.


aa

 

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