Un tolete y a trabajar: la chamba de ser "guardia" en Oaxaca
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Un tolete y a trabajar: la chamba de ser “guardia” en Oaxaca

Los guardias de seguridad privada trabajan en condiciones poco favorables y con sueldos mínimos, además de carecer de capacitación por parte de las empresas.


Un tolete y a trabajar: la chamba de ser “guardia” en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Sin capacitación ni entrenamiento para emergencias, guardias privados son contratados con mínimos requisitos, sin cartas de antecedentes penales

Empresas de seguridad privada en Oaxaca contratan personal con sueldo de 2 mil pesos quincenales, bono cada 15 días según desempeño, mínimas o nulas prestaciones de ley, falta de capacitación, condiciones que generan mucha rotación de personal, pues muchos de ellos consideran laborar mientras encuentran mejores oportunidades de trabajo.

En Oaxaca están registradas alrededor de 91 empresas que proporcionan servicios de seguridad privada, entre ellas, protección o vigilancia de inmuebles e instalaciones, establecimiento y operación de sistemas de equipos de seguridad; protección, vigilancia o custodia de personas, protección o vigilancia de bienes o valores incluido su traslado.

Juan Pablo aseguró que lleva seis meses como guardia de seguridad de un hospital en el centro de la ciudad, con horario de 24 horas laborables por 24 horas de descanso, aunque hay quienes laboran únicamente 12 horas.

“El sueldo base de un guardia en la empresa es de 2 mil pesos quincenales pero hay quienes al realizar otras tareas llegan a llevarse hasta 3 mil pesos cada 15 días. Si eres joven te puedes aplicar en varias áreas, pero cuando ya tienes tus años como yo, pues vigilar todo un día te la puedes llevar tranquilo”.

Destacó que su capacitación fue inmediata, “sobre la marcha, pues necesitaban un guardia. Me dieron mi uniforme, un tolete y me dieron las indicaciones de qué se debe hacer. Yo anoto los vehículos que entran y salen, las ambulancias que ingresan, realizo recorridos por las instalaciones por la noche”.

Alejandro
Vigilante en un supermercado, Alejandro indicó que su tarea consiste en el registro de incidencias y resguardo del inmueble en general. “Mi labor es de vigilante y cuidar que no haya ningún tipo de situaciones que alteren el orden”.

Con más de dos años y medio en esa empresa, aseguró que tuvo suerte en ingresar a la seguridad privada, ya que los requisitos fueron mínimos. “Acta de nacimiento, credencial de elector, CURP y una carta de recomendación que conseguí con el dueño de una tienda en mi colonia”.

Agregó que tan pronto entregó sus papeles ese mismo día empezó a laborar como guardia en un almacén. “No hubo capacitación más que la recomendación de vigilar las instalaciones, reportar cualquier cosa que yo considerara rara y mantenerme alerta”.

Aceptó que cuenta con prestaciones de ley, pero sabe que muchos de sus compañeros no tienen vacaciones pagadas ni otros beneficios, lo que ha propiciado que muchos solo trabajen una temporada y después se vayan y busquen otro empleo en donde puedan ganar mejor.

Salvador
En tanto, Salvador dijo que es guardia desde hace más de un año, los conocimientos los ha aprendido sobre la marcha, pues la empresa solo proporciona el uniforme y un tolete.

“La necesidad de conseguir trabajo te obliga a aceptar lo que se puede. Es un trabajo de alto riesgo porque hay quienes se ponen pesados, sobre todo en empresas donde hay que cuidar que no se lleven las cosas en sus bolsas y te amenazan con denunciarte por acusarlos”.

Los entrevistados coincidieron que aunado a las carencias laborales que enfrentan, desconocen protocolos para actuar, no tienen conocimientos en el uso de armas, como tampoco ante posibles siniestros.


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