La gente en Oaxaca sabe votar por las personas: Alicia Bañuelas
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La gente en Oaxaca sabe votar por las personas: Alicia Bañuelas

La candidata ciudadana no cree en los efectos nacionales y por ello está convencida de vencer en la contienda a sus contrincantes, principalmente a los del PRI y Morena


La gente en Oaxaca sabe votar por las personas: Alicia Bañuelas | El Imparcial de Oaxaca

Empresaria, comerciante, emprendedora, así se define, haciendo campaña con sus propios medios, sin padrinos, sin compromisos… a todas luces, una condición atípica para una candidata a un cargo de elección popular.

Muy joven, sin experiencia política, natural, auténtica, espontánea, con muchos nervios, incluso, la candidata ciudadana a la diputación local de la coalición “Por Oaxaca al Frente” en el distrito XIII (Oaxaca-Sur), Alicia Bañuelas Jiménez, ofrece una cara distinta de los políticos tradicionales que traen discursos acartonados, muy trillados y que caen siempre en los mismos lugares con frases hechas; ella no, incluso trae su “acordeón” en el celular para responder cuestiones muy técnicas dentro de la tarea legislativa.

Sin filiación partidista, aunque más afín al PAN –partido que en 2013 la invitó a una contienda interna como suplente de Sergio Bello, que a la postre perdieron, para representar a ese partido en la elección para presidente municipal de Oaxaca de Juárez—, Bañuelas Jiménez se presenta como empresaria de las artes gráficas, heredera de un negocio familiar con más de 70 años de tradición, pero con una gran intención de incidir con sus ideas en el mejoramiento de las condiciones en las que vive la mayoría de oaxaqueños.

“El PAN fue el que el que me otorgó la posibilidad de hacerme escuchar, porque al PAN le gustó que yo soy una joven muy dinámica, y que yo ya había participado coordinando a algunos candidatos en imagen y publicidad”. Esa fue su carta de presentación, recuerda, para su arribo a la política estatal.

Su bagaje está sustentado en su formación académica en comunicación publicitaria y empresarial por la Universidad Anáhuac, más la maestría en Administración y Finanzas que estudia actualmente, su activismo en la Cámara Nacional de las Artes Gráficas (Canagraf), y su labor como voluntaria en la delegación estatal de la Cruz Roja Mexicana, pero, particularmente, lo que la ha marcado para incursionar en el ámbito de la política son sus experiencias cotidianas que sufre en su negocio y al lado de los empresarios que ha representado.

Lastres generacionales

Reconoce como un círculo perverso los problemas del estado y de nuestra nación: corrupción, pobreza, injusticia, desigualdad, falta de oportunidades e inseguridad.

Y lo resume, lo integra en una sola frase, sin rodeos. “Me preocupa mucho la injusticia, me preocupa mucho que en Oaxaca hay pobreza en lugares muy cercanos a la capital, que hay un gran índice de marginación; la pobreza la tenemos al lado y la delincuencia va ganando espacios; los jóvenes no tienen oportunidad de estudiar porque tienen que dedicarse a trabajar a muy temprana edad. La carencia en Oaxaca y el nivel de pobreza va acercándose más y más a nuestras casas, de hecho”.

Le da la vuelta a su anterior exposición para entenderlo desde una perspectiva empresarial –al fin experta-: “la economía ha sido muy afectada y la falta de crecimiento económico provoca cada día mayor injusticia y todos los problemas sociales que de ahí se derivan”.

Su eje fundamental de trabajo es la inseguridad, por lo que de llegar al Congreso local, dice, legislará para que lleguen más recursos a las policías, para que se les capacite, equipe y se les pague mejor.

La “industria del chantaje”

A la obligada pregunta del tema neurálgico del chantaje político como “la industria más lucrativa del estado”, Alicia Bañuelas señala que es necesaria la transparencia para acabar con esto, “que todo se transparente, las personas que tengan una demanda, a alguna dependencia, al gobernador o a cualquier servidor público, que todo se transparente, y que se dé un lapso, máximo de 15 días, para resolverlo, antes de irse a hacer un chantaje usando a la ciudadanía como rehén.

“Que las mesas de negociación sean públicas, para que no se hagan acuerdos por debajo de la mesa. Estos arreglos muchas veces los llevan los dirigentes o las personas de arriba, y las personas de abajo simplemente no llegan a tener un beneficio.

“Como ciudadana –agrega-, te puedo decir que estoy harta de la ‘industria del chantaje’, porque se ha reflejado en nuestros estado, en nuestra economía (…) si la dependencia está haciendo su trabajo, debe haber medidas en la ley para que esas personas se pongan en orden.

“Yo finalmente soy una comerciante y me doy cuenta que muchos de nosotros cada día nos estamos desanimando en invertir en el estado; inclusive hay muchos empresarios que se han ido a otros estados.

“Necesitamos un programa de paz –dice-, donde se fortalezca el tema de la mediación”, porque para ella no ha funcionado el diálogo.

Y como representante de un sector tan importante para el desarrollo del estado, Alicia Bañuelas cierra la entrevista con una definición que le incumbe a nuestras autoridades: “lo que en Oaxaca tenemos que hacer es reactivar la industria y darle seguridad a las personas que invierten su dinero; que tengamos un comercio limpio y un gobierno de brazos abiertos a las personas que estamos invirtiendo y que estamos generando economía”.