32 años restaurando niños Dios

Con mucho amor, yeso, resina, madera, entre otros elementos, doña Rosa Aurora Falcón Domínguez, desde hace más de tres décadas con sus manos, pincel y pintura, se dedica con paciencia a restaurar las imágenes de los niños Dios.

Con mano firme todos los días del año realiza su trabajo apoyada con una gran variedad de materiales, de los cuales tiene que traer de la Ciudad de México, debido a que en esta capital no se pueden conseguir.

Comentó que todo el tiempo tiene trabajo; sin embargo, en esta ocasión debido a que se acerca el 2 de febrero, fecha en la que se celebra el tradicional Día de la Candelaria, las actividades se incrementan.

En el interior de conocido negocio de venta de todo tipo de artículos religiosos ubicado sobre la avenida de la Independencia, Falcón Domínguez, da una nueva vida a las imágenes que le son entregadas para su restauración.

Desde hace 32 años se dedica a esta actividad la cual aprendió cuando se encontraba al lado de su ex esposo, don José. Ella observaba con particular atención cómo don José restauraba las imágenes religiosas, por lo que le gustó el oficio y ahora lo lleva a cabo junto con sus hijos.

“Estoy muy orgullosa de mi trabajo el cual me ha dejado muchas satisfacciones, además porque toda la familia lo hace”, comentó al tiempo de que retoca con un pincel la figura de un Niño Dios.

SOBRE SU OFICIO

Explica que para la restauración de las imágenes utiliza yeso, resina o madera, así como pintura, thinner, pincel y una pistola pequeña de aire para realizar trabajos más finos.

En una pequeña mesa que utiliza como banco de trabajo, se encuentran varios botecitos que contienen la pintura, así como el solvente para rebajar la pintura para dar el toque final a las imágenes.

Doña Rosa Aurora externó que de acuerdo con el tipo de material que se utiliza, en ocasiones se cobran de 80 a 100 pesos, asimismo 300, 400 y 800 pesos, todo depende del estado en que se encuentra la imagen.

Hizo hincapié que las pestañas y los ojos que se le colocan a las imágenes son traídas del Estado de México, porque no se pueden encontrar en alguna parte de la capital oaxaqueña.

Al final subrayó que acuden todo tipo de personas durante el año para que restaure alguna imagen religiosa “cuando el trabajo es sencillo se hace más rápido, en otras se tarda uno algunas horas”, concluyó.