Sube la canasta básica en el Istmo por confinamiento
El cierre institucional de comercios provoca el incremento de productos de primera necesidad, las familias juchitecas con hambre ante el cierre de sus fuentes de ingreso
La determinación de las autoridades municipales de mantener cerrados los comercios en la ciudad como medida preventiva para evitar la propagación del coronavirus (covid-19), y frenar el alto número de decesos, ha provocado el incremento de los productos de la canasta básica y otros artículos necesarios para la vida diaria de los juchitecos.
El Ayuntamiento que preside Emilio Montero Pérez ordenó el cierre total de los comercios de la ciudad, incluyendo los mercados, las transnacionales, empresas dedicadas a la venta de electrodomésticos, sucursales bancarias, fijos, semifijos, y ambulantes.
De igual manera quedaron prohibidos inicialmente por un periodo de cinco días, los eventos sociales, cultos religiosos, justas deportivas, entre otras actividades que concentraran masivamente a las personas.
A pesar de lo anterior, el número de personas contagiadas por covid-19 y los decesos continuaban en ascenso, por lo que los integrantes del cabildo municipal determinaron ampliar hasta el 31 de julio mantener cierre de la totalidad de establecimientos de la ciudad.
Esta determinación provocó el desabasto de los productos de primera necesidad que las familias de la ciudad adquirieron como medida preventiva para cubrir los cinco días establecidos por las autoridades municipales, pero al iniciar la segunda etapa no cuentan con lugares para adquirir los alimentos.
Durante el pasado fin de semana, las familias juchitecas confirmaron el incremento del precio de sus productos de primera necesidad, pasando el kilogramo de tortillas de 18 a 20 pesos, el cono de huevos de 60 a 80 pesos, frutas y legumbres incrementaron entre 70 y 100 por ciento su precio por kilo.
La firmeza que pretenden las autoridades municipales de cerrar los comercios, incluidos aquellos que se instalaron en el exterior de los domicilios particulares de los comerciantes, utilizando para ello a los elementos de la policía municipal, ha agudizado la escases de alimentos y el encarecimiento de los mismos.
Ya que los elementos policiacos no permiten el ingreso de los camiones de carga que transportan las frutas y legumbres principalmente, además de que las comercializadoras de abarrotes por mayoreo tienen cerradas sus puertas.
Este lunes, el personal de las sucursales bancarias de Banorte, y Santander pretendieron atender a sus clientes, al igual que comercios establecidos en distintos puntos de la ciudad, pero fueron visitados por los elementos de la Policía Municipal para invitarlos a cerrar sus puertas, ya que en caso contrario el gerente o el propietario serían detenidos por desacato a la autoridad.
En días pasados, entro del operativo “Sana distancia covid-19” que aplican las autoridades municipales, para verificar el cumplimiento de cierre total de establecimientos comerciales y de servicios no esenciales, elementos de la Policía Municipal efectuaron la detención de José Martín S. M. Gerente de la empresa Micronegocios Azteca ubicada a un costado de la carretera Juchitán Espinal por negarse a cerrar el establecimiento.
El argumento de las autoridades, hacer caso omiso a las indicaciones de suspender sus actividades y obstaculizar las funciones de la policía, incurriendo en desacato a un mandato de la autoridad municipal, siendo trasladado a los separos de la Comisaría de Seguridad Pública.
“Tenemos hambre, el gobierno no quiere que salgamos a vender, nos dijeron cinco días ahora que dos semanas”, señalo molesta Rosa María López propietaria de un pequeño puesto de frutas en el Mercado 2 de Noviembre, quien atiende a sus clientes desde la puerta de su casa ubicada en la primera sección de esta ciudad.
Los productos de abarrotes, principalmente los huevos, azúcar y aceites han comenzado a escasear, los pueblos vecinos cerraron sus accesos para evitar que los juchitecos se surtan en sus tiendas ante el temor de ser contagiados.
