De forma drástica, luego de sismos, cambió el paisaje del Istmo de Oaxaca

Han pasado 730 días de aquel evento sísmico que enlutó a las familias de la región del istmo. Además de dejar destrucción en miles de casas y decenas de edificios públicos colapsados, el temblor modificó el paisaje tradicional de estas tierras zapotecas del istmo de Tehuantepec.

Juchitán de Zaragoza fue uno de los municipios de Oaxaca que registró mayor afectación por el terremoto de 8.2 grados del 7 de septiembre de 2017.

Ángel Sánchez, el mismo personaje que rescató la Bandera de entre los escombros del Palacio Municipal, da cuenta que, a dos años de este desastre natural, la ciudad ha cambiado mucho.

“Todo lo bello que era nuestro Juchitán, las casas de tejavana que decimos, eran bonitas, pero pues ya desaparecieron todo eso. Tenemos casas modernas que se están construyendo. Va cambiando la imagen”, dijo.

La reconstrucción en general ha sido muy lenta y una de las problemáticas más visibles es el tema de escuelas, ya que en la mayoría de estas no han concluido los trabajos, y en algunos planteles los alumnos reciben sus clases bajo lonas, como el caso de la escuela primaria Heliodoro Charis Castro de la Séptima Sección.

Contrasta la obra del mercado público 5 de Septiembre, que fue reconstruido por diversas fundaciones que aportaron, en conjunto, los 35 millones 900 mil pesos para la rehabilitación y fue inaugurado el 11 de abril pasado, pero la falta de luz impidió que de inmediato fuera utilizado.

“Las empresas y las fundaciones entregaron hasta donde ellos pudieron, los trabajos que ellos se comprometieron a realizar, la reconstrucción del mercado. De esa fecha hasta ahorita hemos tenido otro proceso, faltó la conexión de los tableros eléctricos. Ya se terminaron, ya hay luz en el mercado. Ahorita, la Comisión Federal está conectando los medidores de cada quien”, destacó el administrador del mercado, José Alfredo Martínez.

Lo rescatable de este segundo año del sismo, es la reconstrucción y funcionamiento del Hospital General Macedonio Benítez Fuentes, que en mayo abrió sus puertas después de un año de trabajos del personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, que estuvo a cargo de esta obra.

Queda pendiente por reconstruir el Palacio Municipal, la iglesia de San Vicente Ferrer y otras capillas de la ciudad, además de la Casa de la Cultura, que están dentro del catálogo de edificios a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y será esta dependencia que se haga cargo de estas obras.