Estudiantes oaxaqueñas ganan por primera vez el Premio Mundial del Agua
Con este premio internacional, México y Oaxaca marcan un hito en proyectos sustentables e impulsados por estudiantes
Este 27 de agosto, México marcó un hito histórico en la comunidad internacional al ganar, por primera vez, el Premio Mundial del Agua (Stockholm Junior Water Prize), considerado el “Premio Nobel del Agua para Jóvenes”. Este logro fue alcanzado por Shanni Valeria Mora Fajardo y Rosa Mendoza Sosa, estudiantes del Bachillerato Integral Comunitario de Teotitlán del Valle (BIC 29) en Oaxaca. Quienes representaron al país con su innovador proyecto de reutilización del agua entintada en cultivos de hortalizas.
El proyecto, desarrollado en colaboración con sus compañeros, busca ofrecer una solución viable y sostenible a un problema que afecta directamente a la comunidad artesanal de Teotitlán del Valle. Donde el agua utilizada en el proceso de teñido de textiles se desperdicia al no poder ser reciclada. La solución propuesta por estas jóvenes no solo aborda la problemática local, sino que también tiene el potencial de ser replicada a nivel global.
UN LOGRO QUE TRASCIENDE FRONTERAS
Las jóvenes oaxaqueñas llegaron a este escenario internacional tras haber ganado el Premio Nacional Juvenil del Agua, auspiciado por la UNAM, la Embajada de Suecia y la UNESCO. El proyecto fue seleccionado entre más de 450 propuestas a nivel nacional por su innovación, viabilidad y potencial para ser replicado en otras comunidades.
Este reconocimiento no solo destaca la capacidad técnica y científica de las estudiantes. Sino también su profundo compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de su comunidad. El jurado calificador destacó que el proyecto atiende a las dimensiones ambiental, social y económica. Con ello, alineándose con los objetivos de la Agenda 2030.
PREPARACIÓN Y APOYO
Como parte de su preparación para la competencia internacional, las estudiantes contaron con el acompañamiento de expertos y un curso intensivo de inglés. Lo que les permitió defender su proyecto ante un jurado internacional en Estocolmo, Suecia. La competencia reunió a participantes de 30 países, quienes presentaron sus propuestas en un entorno altamente competitivo.
Este triunfo representa no solo un logro académico, sino también una victoria para la comunidad indígena zapoteca de Oaxaca. La cual enfrenta desafíos críticos relacionados con el agua y el medio ambiente. Con este premio, Shanni Valeria y Rosa no solo han elevado el nombre de México en el escenario internacional, sino que también han demostrado el poder transformador de la educación y la ciencia en la solución de problemas globales.