Relaciones a distancia, una elección cada vez más común
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Relaciones a distancia, una elección cada vez más común

El deseo de los integrantes de las parejas de alcanzar sus objetivos personales ha transformado las relaciones a distancia en un fenómeno recurrente


Relaciones a distancia, una elección cada vez más común | El Imparcial de Oaxaca

El siglo XXI se ha erigido como una era de la inmediatez y la satisfacción  personal, este clima cultural hedonista ha disminuido la propensión de las personas a hacer  sacrificios en favor de mantener sus relaciones, en este sentido, las posibilidades que proporciona la tecnología colaboran en fomentar la “cercanía”, pero si dos personas que se aman y tienen un proyecto de vida, el romance puede verse perjudicado.

Al respecto, la licenciada en Psicología María Laura Santellán señala que “como en muchos aspectos de las relaciones, si es presencial o a la distancia también cambió el formato. Las relaciones epistolares siempre existieron, y siempre se buscó el recurso de estar conectados como una forma de acercamiento para acortar distancia”.

Y tras asegurar que “las relaciones a distancia tal como solían presentarse en el siglo pasado, o principios de este siglo, motivadas por las guerras o las emigraciones de familias por cuestiones económicas ya no existen más”, la especialista destacó que “hoy la posibilidad de la separación es más temporal y es en función de un bienestar en el aquí y ahora”.

“La realidad es que en un momento de la humanidad en que cumplir con los sueños de la propia existencia, de la propia vida es tan importante, a veces las parejas deben adaptarse a esto y tienden a priorizar proyectos personales a los de pareja, o por lo menos se ponen los proyectos de pareja en una segunda instancia y para eso es necesario que las parejas se separen al menos temporalmente -opinó la especialista-. Creo que se vive de una manera más relajada, con este carácter de temporal”.

Para ella, “en principio las parejas buscan salvar las distancias con toda la posibilidad de comunicación online que existe, pero obviamente eso no quita que la sexualidad de una pareja y el contacto físico y el compartir momentos se vea afectado por la distancia; es inevitable que el formato de la relación cambie por más que la comunicación sea asidua y cotidiana”.

Acerca de cuáles son las claves para sostener este tipo de relaciones en el tiempo, la licenciada en Psicología Lorena Ruda consideró que “las relaciones a distancia son posibles pero dependerá de cada persona cómo sobrellevarla así como también de cuánta distancia se esté hablando, ya que de esto dependerán las visitas presenciales que la pareja tenga”.

“Muchas veces tener la pareja a distancia genera cierto ‘alivio’ por poder manejarse en la cotidianeidad con más libertad y que no haya que decidir entre un plan y la pareja, sin embargo, en muchos casos hay personas que los fines de semana sienten un vacío enorme y sienten soledad pese a estar en pareja e incluso teniendo planes con amigos”, destacó Ruda .

Sobre las discusiones o desencuentros entre dos personas que mantienen una relación a distancia, sostuvo que “en ocasiones discutir a la distancia puede ser complicado porque la reconciliación generalmente necesita del contacto, del abrazo, el beso, el compartir algo de la cotidianidad que dé cuenta que la tensión cedió”. “Estando lejos, quizá el sabor amargo dure un poco más y amerite más charla que a veces hasta puede empeorar la situación aunque en otras sea necesaria para aclarar y seguir adelante”, enfatizó.

Para que la relación funcione es necesario que existan encuentros en persona para que la pareja se viva como “real” ya que si no la virtualidad pasa a ser el escenario principal y en algún momento puede aburrir a alguno de los integrantes. También puede empezar a sentirse “la obligación” de sostener la comunicación, incluso la sexualidad, mediante las videollamadas y esto, pasado el tiempo, genera cierto desgano y la sensación de que puede no ser suficiente.

Las parejas actuales contemplan la posibilidad de estar separados temporalmente con el objetivo de cumplir con aspectos personales que les son vitales, pero buscan que estas separaciones sean temporarias y que no sean tan extensas. Si la situación en cuanto al tiempo de separación se vuelve más prolongada a veces se suelen pautar separaciones temporales para no generar el estrés de sostener la relación activa a pesar de la distancia, sobre todo eso se ve en las parejas más jóvenes.

Es posible que en un principio cuando se dan los encuentros en persona la situación fluya, la pareja se encuentra feliz de reencontrarse y disfrutarse y se vivan como “escapaditas juntos” donde la pareja tiene exclusividad y las ganas de verse y compartir es lo principal. Pero a medida que pase el tiempo puede pasar que los reencuentros pierdan un poco su magia. Quizá porque se espacian más los encuentros, quizá porque hubo discusiones que son difíciles de reconciliar a la distancia. Y así los encuentros pueden pasar a ser “puestas a prueba” de si la relación funciona o no y quizá sea momento de un cambio, que podrá ser tener proyectos juntos, promover más encuentros. Va a depender de cada pareja y cada persona.

Cuando los encuentros se concretan en una pareja que ha estado separada un tiempo suelen ser bastante fluidos en cuanto la cotidianeidad no se perdió con la comunicación actual (no es lo mismo recibir una carta al mes que compartir videollamadas a diario). Ahora bien, eso no quiere decir que haya un sentimiento de extrañez, pero suele ser breve y transitorio y se retoma pronto el ritmo de la “presencialidad” como si no hubiera existido distancia; eso cuando la pareja está fluida y pasando por un buen momento.

Las distancias en general son de corto o mediano plazo, las a largo plazo ya no se estilan, por lo menos en una pareja de dos. Tal vez si se cambia el estatus de la relación o se plantea un vínculo abierto, ahí sí tal vez se puede pensar en distancias más prolongadas.


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