Honremos a nuestros ancestros con salud
Los hábitos alimentarios son una rica herencia sociocultural que estamos obligados a transmitir de generación en generación
Es cierto que en ésta época del año descuidamos nuestra salud con la costumbre de recibir a nuestros difuntos, con este pensamiento preparamos todo tipo de alimentos que por tradición se preparan, pero no solo para nuestro altar, también para toda la familia.
Compartir la comida es algo inherente al ser humano. La familia, los amigos o los compañeros influyen de forma decisiva, lo que rodea la comida también cuenta y mucho, en especial el día de hacer nuestro altar para honrar a nuestros difuntos, momentos que no favorecen la elección adecuada de los alimentos que conforman una alimentación saludable.
La forma, la cantidad, la preparación y el lugar en donde se come son tan importantes en nuestra salud y, definitivamente, para nuestra digestión de los alimentos, para que éstos se utilicen de la mejor manera en nuestro organismo hay que cuidar todos aquellos aspectos que rodean éste momento.
Los hábitos alimentarios son una rica herencia sociocultural que estamos obligados a transmitir de generación en generación y las familias son el lugar idóneo para la adquisición de estos conocimientos. En la infancia es cuando se consolidan unos hábitos saludables que nos acompañarán el resto de nuestra vida hasta nuestra muerte. Es precisamente este estado al que no queremos llegar y si podemos hacer algo por nuestra salud, para preservarla y alejar las enfermedades que nos llevarán a una muerte prematura, hay que hacerlo, todos queremos envejecer sanamente y morir de viejos.
Las comidas en familia sirven de base para crear los recuerdos de alimentación que se forman y perduran a lo largo de nuestra existencia en este mundo, recogiendo las experiencias sensoriales de los sentidos que intervienen en la alimentación como el tacto, el gusto, el olfato, el oído y la vista.
Los invitamos a realizar su altar y sus preparaciones diarias de acuerdo a una correcta elección de alimentos que constituyan una alimentación saludable, es importante para evitar la malnutrición, deficiencias de nutrientes, trastornos de comportamiento alimentario que conducen a enfermedades graves, con importantes repercusiones no solo en nuestra salud, también en la de nuestra familia y amigos.
¡Honremos a nuestros ancestros, cuidando nuestra salud!
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Les escribe Laura Garrido, nutrióloga de profesión y su amiga de corazón.
