Razones por las que es mejor usar ropa oscura en días soleados
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Razones por las que es mejor usar ropa oscura en días soleados

A todos les ha pasado


Razones por las que es mejor usar ropa oscura en días soleados | El Imparcial de Oaxaca

A todos les ha pasado: llevas un atuendo supuestamente adecuado para temperaturas infernales, pero el sol radiante, la poca brisa y los grados en el barómetro siguen haciéndote sudar a gotas. Mientras que algunos aseguran que ropa de color claro o llanamente blanca es lo mejor para lidiar con los embates del calor, hay datos que demuestran lo contrario. A continuación la razones por las que llevar ropa oscura en un día soleado es la mejor opción para no desfallecer de calor.

Haciendo a un lado los bloqueadores y las lociones especiales —o los bronceadores, en el supuesto caso de que seas tanoréxico—, es una lógica generalizada que la ropa es la mejor protección que existe frente a los efectos negativos de la exposición al sol, una especie de escudo que mantiene a la piel aislada para que no se vea afectada por los rayos UV. No obstante, esta concepción no es del todo cierta, o es más compleja de lo que se piensa, pues esto va a depender de la prenda que se lleve puesta.

Además del aspecto estético, el color de la ropa tiene gran influencia al momento de mantener la frescura corporal ante las altas temperaturas. Siempre se ha pensado que los colores claros, debido a que reflejan más los rayos del sol, permiten que conserves tu cuerpo termorregulado, pues evitan que el calor se concentre sobre la ropa, pero lo cierto es que los colores oscuros son más eficaces para protegerse del calor durante el verano. Asimismo, la ropa blanca no permite que el sudor se evapore correctamente y hace que permanezca en la tela. Por otro lado, las prendas negras atraen más calor, pero permiten que el sudor se evapore y el cuerpo continúe con su función natural de mantener una temperatura apropiada. Sin embargo, esto no se trata sólo del color.

Al respecto, Arturo Quirantes, profesor de la Universidad de Granada, España, y autor del blog de divulgación científica El Profe de Física, en entrevista para BBC Mundo explica: “Nosotros emitimos energía térmica. Si llevamos ropa blanca, el calor que emitimos rebota contra la tela y no puede salir. En cambio, si la tela es negra, lo absorbe. Y si corre brisa, ésta se lleva el calor por convección, que es un mecanismo eficiente para mantenernos frescos”. En resumidas cuentas, la ciencia demuestra es que lo mejor es usar ropa holgada y de color negro.

Sin embargo, las tribus del desierto ya lo sabían desde hace miles de años. Esto explica por qué los tuaregs, un pueblo nómada del desierto del Sáhara, usan colores oscuros (por lo regular el azul) y van tapados hasta los ojos. Mantenerse cubiertos supone una buena protección ante los rayos solares y ante las ventiscas de arena. Apelando a sus conocimientos ancestrales, los tuaregs llevan las prendas más adecuadas para no sufrir quemaduras que posteriormente pudiesen desencadenar enfermedades en la piel.

Otro claro ejemplo son las tiendas de los beduinos. Al igual que su ropa, son oscuras porque al absorber más la luz aportan menos radiación lumínica, es decir, dan más sombra en su interior. “El elemento clave en la ropa de los beduinos es que —además de ser regularmente negra— está suelta. Eso hace que se creen corrientes de convección que permiten expulsar el calor del cuerpo más eficientemente”, asegura Quirantes, en referencia a un estudio de los años 80 y publicado por la revista Nature, mediante el cual los científicos analizaron cómo influía la ropa que usaba esta población en la temperatura del cuerpo.

Por su parte, Grace Flores, ingeniera textil de la Universidad de Santiago de Chile, indica que “las prendas oscuras son más frescas que las de color claro sólo cuando las vestimentas son de la misma condición. Es decir, que en ambos casos sean telas livianas. Si es gruesa, aunque sea oscura o clara, igual producirá calor porque genera una película que impedirá que la temperatura corporal salga hacia el exterior”. La experta también considera que las mejores telas para repeler el calor son, por ejemplo, el algodón liviano, lino liviano, seda liviana, microfibra y aquellas de unos de 100 gramos por metro cuadrado. “Una prenda de camisa pesa alrededor de 110”, explica.

Asimismo sostiene que de todas estas alternativas la más económica es la microfibra: “Uno puede encontrar microfibra asequible. No con la tecnología y el tejido de algunas marcas, pero podemos encontrar petos y vestidos confeccionados con este componente”.

Es importante recalcar que estas consideraciones aplican para quienes viven en lugares que pueden alcanzar temperaturas infernales o tienen planeado realizar un viaje por el desierto. Es considerablemente difícil morir de calor o verse afectado cuando no se está expuesto al sol durante horas y tienes la posibilidad de cubrirte bajo un techo, pero de igual forma los consejos sirven para el día a día. La ropa que usas al estar bajo el sol no es garantía de protección y, si bien es cierto que la sombra siempre será la mejor opción, su utilidad y beneficios en días de extremo calor solamente dependerá del tejido y cómo lo lleves.