Un hogar limpio reduce los niveles de estrés 

La limpieza mejora el bienestar integral de las personas en todas las etapas de la vida. Así pues, habitar una casa higiénica, segura y tranquila permite evitar las enfermedades transmisibles, patologías crónicas y mantener las necesidades básicas cubiertas. Además, vivir en un espacio ordenado y organizado puede reducir significativamente los niveles de estrés y propicia el descanso.

Por contra, si una casa está desordenada y sucia en todo momento, las tareas que se deben desempeñar en la vida cotidiana se vuelven más difíciles y desagradables de llevar a cabo. Si no se instauran tareas de cuidado, orden y limpieza, a largo plazo se puede convertir en un lugar que sea propenso a generar ciertas enfermedades transmisibles a sus habitantes además de generar incomodidad y estrés de manera permanente.

Quienes viven en ambientes desorganizados, caóticos y sucios tienen un índice de cortisol elevado además de una mayor propensión a contraer enfermedades transmisibles. Un ambiente que está poco ventilado y con una higiene precaria, predispone a la reproducción de bacterias, virus y hongos, por lo que es fundamental efectuar una limpieza integral a diario.

Así pues, algunos expertos aseguran que existe una correlación entre el nivel de estrés de una persona y la organización de un hogar. Mantener el orden y la limpieza permite tener un mejor humor a lo largo del día. En este sentido, una investigación publicada en la revista científica “Personality and Social Psychology Bulletin” advierte sobre ello. La investigación, llevada a cabo en 60 personas, demostró que aquellas que definían su casa como caótica y desordenada estaban más deprimidas que quienes la describían como ordenada y acogedora.

Mantener la casa en condiciones

A la hora de mantener una casa en condiciones hay una serie de aspectos que adquieren gran importancia para conseguir un entorno agradable y saludable. Los más destacados son:

• Higiene. Esta debe estar presente en todos los procesos que se realicen para reducir al máximo posibles riesgos para la salud. Así pues, todas las habitaciones de la casa deben estar perfectamente higienizadas para eliminar el polvo y las bacterias o virus que se puedan acumular diariamente.
• Ventilación. Otro de los puntos fundamentales es priorizar la ventilación del hogar para evitar un exceso de condensación en baños y cocinas, además de minimizar la reproducción de virus, bacterias y hongos que puedan perjudicar la salud.
• Paz. Un hogar debe aportar la tranquilidad y armonía necesarias para el pleno desarrollo de cada uno de sus habitantes. Además, en una casa donde priman el respeto y la libertad se alcanzarán mayores niveles de bienestar emocional, y permitirá reducir de manera significativa los niveles de estrés.
• Mantenimiento estructural. El buen estado de la estructura de una casa es crucial para que siempre esté en perfectas condiciones. Realizar diferentes tipos de reformas y reparaciones de manera periódica permitirá disponer siempre de un nivel de comodidad adecuado y satisfacer las necesidades básicas de manera oportuna.

En definitiva, una casa en perfectas condiciones permite a sus habitantes alcanzar una mayor calidad de vida, especialmente en los tiempos que corren, en los que la pandemia del covid-19 aún causa estragos entre la población mundial. Conseguir un entorno saludable y con las condiciones higiénicas adecuadas, no solo reduce los riesgos de enfermedad, sino que nos aportará estabilidad y paz mental