El nacimiento navideño, una tradición europea
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El nacimiento navideño, una tradición europea

Esta decoración navideña tiene una larga historia detrás y un poderoso significado religioso


El nacimiento navideño,  una tradición europea | El Imparcial de Oaxaca
Esta decoración es una representación en miniatura del nacimiento de Jesús en Belén.

La Navidad tiene muchas tradiciones muy arraigadas en México, tales como como las posadas, el árbol, las piñatas o el ponche, pero sin duda el nacimiento es una de las más importantes y que no puede faltar en casa. 

Esta decoración navideña tiene una larga historia detrás y un poderoso significado religioso.

El nacimiento navideño, también conocido como belén o pesebre, se debe poner el 8 de diciembre, colocando las figuras de María y José, los pastores, la estrella de Belén, ovejas, mula y un buey. Para el 24 de diciembre se pone la figura del Niño Dios y el 6 de enero a los Reyes Magos.

El origen

Esta decoración es una representación en miniatura del nacimiento de Jesús en Belén, aunque en un origen no se utilizaban maquetas.

La historia cuenta que en el invierno de 1223, a San Francisco de Asís se le ocurrió una forma de representar la llegada de Jesús cuando se encontraba en Greccio, una localidad cercana a la ciudad de Rieti en Italia.

San Francisco de Asís inició la tradición del nacimiento viviente en Europa.

San Francisco de Asís, ayudado por clérigos locales, construyó una casa de paja con un portal y un pesebre cerca de la capilla para que los habitantes de la localidad que se ofrecieran, participaran en una representación en vivo del nacimiento de Jesús, en la cual, cada persona jugaría el papel de cada personaje presente en la escena.

La tradición de los nacimientos vivientes se fue expandiendo por Europa y continuó por algunos años hasta que en el siglo XV, en la ciudad de Nápoles se realizó el primer nacimiento hecho con figuras de barro.

Luego de que los nacimientos de barro reemplazaran a los vivientes por todo el continente, los colonizadores españoles llevaron esta tradición al Nuevo Mundo para evangelizar a las poblaciones indígenas.

Desde ese entonces, la tradición ha perdurado y la comunidad católica suele colocar esta representación cada mes de diciembre.