La escalofriante frase con la que Ramón Valdés se despidió de Carlos Villagrán
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La escalofriante frase con la que Ramón Valdés se despidió de Carlos Villagrán

La última escena que grabaría el papá de la “Chilindrina” en la serie fue en un panteón


La escalofriante frase con la que Ramón Valdés se despidió de Carlos Villagrán | El Imparcial de Oaxaca
Aunque en la serie de televisión de El Chavo del 8, Quico, que era interpretado por el actor Carlos Villagrán, no era del agrado de Don Ramón, personaje a quien daba vida Ramón Valdés, lo cierto es que fuera de cuadro mantenían una buena amistad, y como muestra de ello hay un momento que marcó a los dos actores.
Esta anécdota ocurrió luego de que la serie dejara de salir al aire en tiempo real y Villagrán decidiera probar suerte en la TV de Venezuela con el programa Federrico y tras su distanciamiento con Roberto Gómez Bolaños, el protagonista de la famosa serie mexicana.

Al programa producido en ese país sudamericano, que tuvo 29 episodios, fue invitado Ramón Valdés. Ambos actores mexicanos mantuvieron una buena relación hasta los últimos días de quien interpretara al papá de la “Chilindrina”.

Ramón Valdés quien sufrió de cáncer de estómago y murió a causa de ello el 9 de agosto de 1988. Además, según recuerda Carlos Villagrán, en su último encuentro tuvieron una conversación muy particular.

Para el actor que interpretó a Quico, fue muy duro verlo tan delgado, así que lo abrazó y comenzó a llorar y Ramón Valdés le dijo: “Ya, no llores cachetón. Allá te espero… allá abajo”; sin embargo, por muy escalofriante que suene esta frase, no se refería al infierno sino a la salida del hospital, ya que Ramón Valdés realmente creía que podría superar el cáncer y salir triunfante del lugar.

Curiosamente el último personaje que interpretó el actor antes de morir fue justamente el de Don Ramón, el cual fue aclamado por los mexicanos, pero además la última escena que grabó en El chavo del 8, fue una en la que Quico y otro personaje visitaban un panteón en la noche y a ese sitio Don Ramón lo iba a buscar. En la escena entra al panteón y con un efecto de bruma, se pierde.


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