Regresa Víctor Martínez a los escenarios

El compositor oaxaqueño Víctor Martínez regresó a los escenarios el día de ayer, con el concierto “Cantos de la diversidad Oaxaqueña”, el cual se realizó en el Jardín del Pañuelito de esta capital. 

Él que ha dedicado 40 años de su vida a componer, basado en la poesía lírica y popular, es decir, forjó un oficio dentro de la actividad artística, con concepto, constancia, autocritica y pasión. 

Nació hace 71 años, el 2 de abril de 1951, en Los Libres veintiuno y medio, muy cerca del Barrio de Jalatlaco y La Merced, esta capital fue su cuna municipal y los valles centrales fueron su vivencia rural más próxima. Hhasta los 17 años vivió entre la Iglesia de la Soledad y El Marquesado, por el mercado de La Raya, posteriormente 27 años en el DF y lleva 27 de nueva cuenta en Oaxaca.

Ingeniero Civil de profesión, egresado y recibido por la UNAM, trabajó en el servicio público federal, estatal y municipal. Desde los catorce años de edad su tarea fue hacer música, ser compositor de canciones y productor de música popular seria. Incluyendo los espectáculos.

Hasta el día de hoy ha desarrollado 150 canciones terminadas y ha tirado al menos 350 por “chafas”. “Es más importante la goma que el lápiz en este mundo de la canción” destaca. “No se trata de ocurrencias, es un trabajo con la inteligencia imaginativa, el deseo y la ensoñación. Por eso la transfiguración, la imagen y la metáfora son herramientas fundamentales de la intuición creativa”.

Entre su repertorio destaca: la adecuación de “La bruja”, “El Soliluna”, “Son de cuna”, “Desde entonces”, “Espejo de nube”, “Paseo nocturno”, “El blues dela arquidiócesis”, “Somos ya otros”, “Vals en Blanco y Negro” y “Guibaa (Yo fui vapor)”, entre otros.

Estas melodías han sido interpretadas de manera indistinta, por él como compositor y autor de las canciones, por Héctor Díaz, Susana Harp, Melygoba, Vanesa, Martha Toledo o las versiones instrumentales de Carlos Salomón y Patricia Martínez, la Banda de Música del Estado, la Orquesta Sinfónica de la UNESCO y nueve jóvenes mujeres y hombres que surgieron de una convocatoria de canto en el 2012 y que dejaron como testimonio un disco grabado. 

Durante 32 años no he dejado de trabajar la creación y la producción musical en los cuales ha creado 150 canciones en una sola obra, 12 discos  y cuatro libros de poesía lírica en proceso de edición.

Entre sus próximos proyectos está seguir componiendo, regresar a los escenarios, editar sus libros, buscar la fórmula idónea y posible para sistematizar la información musical de sus 12 realizaciones fonográficas, afín de digitalizar su contenido en partituras y buscar su entrega digna a la cultura oaxaqueña.