Ana Díaz: “cosas interesantes surgen dentro de la crisis”
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Ana Díaz: “cosas interesantes surgen dentro de la crisis”

La cantautora oaxaqueña mira una realidad abrumadora que la lleva a escribir textos fatalistas, pero también observa un tiempo en el que emergen la creatividad y la solidaridad


Ana Díaz: “cosas interesantes surgen dentro de la crisis” | El Imparcial de Oaxaca

Estar en casa y trabajar desde ella es parte de la vida diaria de Ana Díaz. No así el ambiente que observa en la labor diaria, la que también desarrolla en el exterior, ya sea porque tiene un concierto, una entrevista, una conferencia de prensa o va por las cosas para el hogar. Ahora percibe un pesar, un ánimo que se colma de preocupaciones, de no poder visitar a sus padres o tener casa llena con sus hermanos, hijos y demás familiares. Sigue trabajando desde su hogar y también sale, pero esto último solo para lo necesario. En tiempos de contingencia por la pandemia del Covid-19 y el llamado a quedarse en casa han cambiado su vida y, por ende, su trabajo artístico.

“La principal diferencia que estoy sintiendo, en la única salida que hago para abastecer mi casa o para hacer de comer, es una percepción que me lleva a una sensación de pesar, esta soledad en las calles que en otros momentos dirías: qué rico porque hoy nadie salió y la calle está libre. Ahorita es más un pesar de por qué estamos todos guardados. Todo ese sentir, que percibes desde que estás más tiempo conectado en la red en lugar de salir a correr o ir a hacer tus compras”, externa la cantante.

La situación en México es distinta para cada persona y hay quien no puede quedarse en casa porque de lo contrario no obtiene el sustento del día. Ana lo reconoce al tiempo de invitar a que quienes como ellas pueden permanecer en casa, lo hagan. “Eso también va a ayudar a los que no pueden quedarse, a que el contagio sea menor”, subraya.

Ana se mira en una situación que parece un privilegio, “de poder ir sobreviviendo”. Aunque no sabe hasta cuándo, ya que los ánimos decaen cuando recuerda o es consciente de que lo que estaba por concretarse se canceló, tanto en su faceta de vendedora de arte como de cantante. Planeaba producir un nuevo disco, que dosificaría por sencillos al saber complicado generar uno completo. Este tendrá que esperar más, los mismo que los proyectos que se pensaban para el mediano plazo.

Vivir la contingencia sanitaria merma incluso la salud. Está en alerta o con temor porque un dolor que suele ser habitual cuando canta sin vocalizar signifique algo más.

“Ahora pienso que ya estoy enferma”, confiesa Ana, la que luego dice que “hay que estar controlando eso para no generar más problemas de los que ya hay: controlar la información que das o que te permites recibir y asimilar. Toda la información falsa te puede crear falsas emociones”.

En este tiempo de guardarnos, comparte otras reflexiones como las de pensar “sobre el papel que jugamos como sociedad y las grandes desigualdades del país, sobre el funcionamiento como familia y la importancia de hacernos de un entorno seguro, solidario y amoroso, sobre el papel de cada uno en un entorno globalizado y el daño que estamos haciendo al planeta”. Así como en las carencias, debilidades y fortalezas como parte de una familia, de una sociedad y de un país. Al mismo tiempo, sobre un regreso a las calles y a la actividad en que se fortalezcan la convivencia, la conciencia y los hábitos.

Aprovechar el encierro forzoso

Aunque fatalista, como se percibe en los versos que escribe, la cantante observa que un contexto también invita a la productividad. En su caso, en el que remarca que no ha dejado de trabajar, aprovecha este encierro forzoso para crear, “para que el día en que te abran la puerta te eches hasta adelante y no empieces a pensar: ya van a abrir. Y cuando ya van a abrir vas hacia atrás y quieres llegar hasta adelante”. Hay que anticiparse a las cosas, sugiere la artista que como ello ha volteado la mirada y los esfuerzos a lo postergado o arrumbado en algún rincón, como las canciones, además de estudiar más e idear nuevas formas para exponer su trabajo.

Un ejemplo de lo último es el par de conciertos transmitidos en vivo desde su perfil y página de Facebook. Una estrategia que aunque lleva mucho tiempo, como ahonda, significa ahora un apoyo emocional tanto para los artistas como para el público.

Ana compartió un par de conciertos, el primero el día 17 de marzo, que fue una especie de prueba, y el segundo, más en forma, el pasado 21. Para ello le apoyaron los músicos Héctor Díaz, Óscar Javier Martínez y Azael Zárate.

¿Hay planes de otro concierto?, se le pregunta. “Sí, pero no sé qué tan viable sea por las medidas que están tomando, de que tenemos que guardarnos. Juntarnos cuatro personas no era tan descabellado hace dos semanas”, responde. La opción que ve para ello es hacer algo en solitario e ir subiéndolo a las redes sociales, y quizá como parte de los esfuerzos de otros colectivos de músicos y artistas en el país.

Por lo pronto, seguirá creando como ha hecho en días recientes, en los que incluso sus textos la mostraban muy fatalista, abrumada. Pero en medio de ello, también se notaba creativa, una cualidad que considera emerge en las personas en tiempos como el de la contingencia sanitaria.

“Normalmente te reinventas, te vuelves creativo, surgen cosas interesantes dentro de la crisis. Creo que es un buen momento para nosotros los artistas, que siempre estamos creando y que al final nos basamos mucho en la energía de fuera y las historias que pasan. Lo que vamos a crear ahorita tiene que ver con el momento que estamos viviendo, al final esto es el arte. El arte te habla de momentos y recrea la historia. Y nosotros estamos creando y somos parte de esa historia. No solo la vamos a contar a nuestros hijos o nietos, sino también la van a ver en nuestra obra”, apunta quien se mira a ella y a sus colegas artistas como narradores de un tiempo que quedará plasmado en sus obras.

Las autoridades y su rol en la contingencia

La intérprete de La ruta de los peces piensa que en momentos como estos, las autoridades estatales y federales tienen y han de ejercer un rol fundamental.

“A nivel de institución algo que creo que esta debe pensar es de qué manera (apoyar) porque es lo que le corresponde, no pedir solidaridad de los músicos, sino cómo nos apoya”, apunta.

De ahí su observación a las secretarías de cultura del estado y del país. Y por ende su contacto con la titular en Oaxaca, a quien le planteó el cómo se podría apoyar al sector artístico, en este caso de la música. Para Díaz, una opción sería el adelantar becas del Fonca o retomar algunos programas que se han perdido en los últimos años. Asimismo, como incluso exponía en sus redes sociales, que la opción era generar un convocatoria justificada en la contingencia sanitaria y que abarcara todas las áreas posibles.

Esos planteamientos se dieron poco antes de que a nivel federal la Secretaría de Cultura emitiera diversas convocatorias para creadores y artistas del país en áreas variadas, como parte de la iniciativa Contigo en la distancia.

“No leí si hay un límite de becas; vamos a ver qué pasa porque me queda claro que los recursos se enfocan en salud. Pero pienso en que es posible y la respuesta es que se está haciendo (la convocatoria)”.

Ahora, lo que queda de parte de los creadores y artistas es ponerse las pilas en las convocatorias o aprender a emplear las tecnologías y medios para participar y obtener los recursos, expone Díaz, quien incluso se muestra emocionada por ver en esto un momento de aprendizaje, de acción y de muchos sentimientos.