Aumentan opciones para la compra de criptomonedas

El mercado de billeteras digitales de criptomonedas tiene un nuevo jugador: Ripio, una plataforma que permite comprar y vender activos virtuales (bitcoins y ether, específicamente) en pesos mexicanos.

Esta firma argentina nació en el 2013 como respuesta a la restricción de que los habitantes consumieran moneda extranjera, lo que llevó a que la gente buscara mercados alternativos para depositar su dinero, explicó Karina Caudillo, general manager de la empresa en México.

“Buscamos brindar alternativas financieras al alcance de todos, para que todos puedan vender e intercambiar valor en Internet de una manera fácil y segura”, enfatizó.

La plataforma incursionará en México con dos productos: una pasarela de pago, mediante la cual los comercios podrán cobrar en bitcoins, y una billetera, a través de la que se podrán comprar o vender bitcoins y ether a precios de mercado.

Para hacer el envío de bitcoins o ether, los usuarios deben entrar a la página www.ripio.com/es/o a la aplicación de Ripio (disponible para Android y iOS), depositar una cantidad y así acceder a la compra de unidades o una proporción de las divisas digitales.

Asimismo, también es posible hacer compras a crédito en sitios que acepten estas divisas digitales.

Además, la plataforma cuenta con servicios de exchange y over the counter (OTC), destinados a traders con experiencia e inversionistas institucionales para la emisión de órdenes de compra y venta. Sin embargo, este servicio no está disponible en México todavía.

Además, la directiva de Ripio indicó que a mediados del 2019 sería posible obtener préstamos en México mediante la plataforma, a través de una red de préstamos de persona a persona (también conocida como P2P lending) que utiliza el token RCN, un activo emitido por Ripio, con el propósito de que funcione como un vehículo para el envío de la cantidad prestada desde cualquier parte del mundo.

Actualmente, Ripio cuenta con más de 200,000 usuarios registrados en Argentina y Brasil; este año llegará a nuestro país y también tiene contemplado prestar servicios en Chile en este año.

A decir de Karina Caudillo, Ripio busca atender principalmente tres necesidades en línea: el envío de remesas, que promete ser más sencillo, barato y seguro; el acceso a compras en línea (en Argentina las personas sin tarjeta de crédito utilizaron la plataforma para pagar videojuegos a través de Internet, ejemplificó la especialista) y para atender a la gente que ve a la criptomoneda como una inversión, sin una intención específica.

Al brindar estos servicios, la plataforma también busca la inclusión de 250 millones de personas que actualmente están excluidas del sistema financiero tradicional en Latinoamérica, según datos del Banco Mundial.

Esta plataforma se suma a otras opciones como Bitso y Volabit, exchanges mexicanas con amplia presencia durante los últimos años.

Consideraciones al utilizar la plataforma

Al usar este tipo de plataformas, una de las primeras consideraciones que deben tener los usuarios es que se cobra una comisión sobre las divisas digitales adquiridas, que en el caso de Ripio es de 0.5 por ciento.

Cabe señalar que otras opciones en el mercado pueden cobrar desde 0.1 hasta 0.8% de comisión, pero todo dependerá del monto adquirido y la demanda de transacciones al momento de realizar la compra.

Otro de los factores que una persona debe tener en cuenta, concretamente al hacer envíos de remesas en divisas digitales, es la alta volatilidad de estos activos, lo que implica que el precio de un bitcoin pueda cambiar significativamente de un día a otro.

Esto implica que un monto enviado en bitcoins hoy y que se cobra mañana, pueda ser mayor o menor por el tipo de cambio.

En este sentido, Karina Caudillo recomendó tener una constante comunicación entre el emisor y el receptor de la remesa, para intentar cobrar en pesos el monto enviado en el mismo día.

Por último, la directiva refirió que Ripio es una plataforma que estará regulada por la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (también conocida como Ley Fintech), y que se apegará a sus disposiciones secundarias una vez que éstas sean emitidas por las autoridades.