Los últimos conciertos de Eduardo Mata en Oaxaca
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Los últimos conciertos de Eduardo Mata en Oaxaca

Aunque el director no fue oriundo de esta tierra esta fue su terruño adoptivo y ya siendo un director de orquesta reconocido siguió manteniendo contacto con la entidad


Los últimos conciertos de Eduardo Mata en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca
Eduardo Mata estuvo muy ligado a Oaxaca toda su vida, ya que en esta ciudad capital transcurrieron sus primeros años de vida y tuvo su primer contacto con la música

Eduardo Mata estuvo muy ligado a Oaxaca toda su vida, ya que aunque no fue oriundo de esta tierra fue su terruño adoptivo, ya que en esta entidad, y particularmente en su ciudad capital, transcurrieron sus primeros años de vida y tuvo su primer contacto con la música. Sin embargo, ya siendo un director de orquesta reconocido siguió manteniendo contacto con Oaxaca, tanto como se lo permitía su amplia agenda internacional, ya sea en forma privada o profesional.

Eduardo Mata llegó a ofrecer una serie de conciertos en los que fueron sus últimos años de vida y estos fueron de alguna manera parte de la serie de proyectos que tuvo con esta entidad, entre los que estuvo que Oaxaca contara con una escuela o academia de música profesional y de alta calidad para formar principalmente a los músicos locales, siendo éste uno de los anhelos que Mata siempre tuvo presente.

Fue muy grato y memorable contar con la presencia de Eduardo Mata en estos últimos conciertos que se celebraron en la ciudad de Oaxaca, en un momento de madurez y pináculo que para entonces ya tenía en su carrera. Así ofreció un concierto en el Templo de Santo Domingo de Guzmán el 9 de septiembre de 1993, dentro del marco de la Conferencia de México sobre Desarrollo Social y Pobreza, con el apoyo del entonces CONACULTA, el INBA y la Secretaría de Desarrollo Social.

En este concierto en Santo Domingo, dirigió al ensamble La Camerata (después llamada Camerata de las Américas), ofreciendo un repertorio ecléctico compuesto por obras sólo de instrumentos de aliento, siendo interpretado primeramente el “Concierto para piano y orquesta de alientos”, de Ígor Stravinsky (1882-1971), teniendo como solista al pianista mexicano Alberto Cruzprieto. Una obra de un vigor y una audacia moderna, que Mata, el ensamble y, por supuesto, el solista, abordaron con brillante despliegue técnico y expresivo. La segunda obra ofrecida fue la muy grata “Serenata para vientos No. 10, Gran Partita”, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), que Mata y La Camerata interpretaron con precisión, brillantez, refinamiento y transparencia, como es la esencia de esta bella obra mozartiana. Este concierto afortunadamente fue grabado en vivo en audio y presentado varios años después en una edición conmemorativa del CONACULTA, el INBA e Instrumenta Oaxaca, con motivo de los setenta años de edad que hubiera cumplido Eduardo Mata en el año 2012.

En ese mismo año de 1993, el 16 de diciembre, Eduardo Mata dirigió un concierto en el Teatro Macedonio Alcalá, con el ensamble fundado por él, Solistas de México. En este concierto ofreció el “Concierto para piccolo y orquesta en Do mayor”, de Antonio Vivaldi (1678-1741), que resultó un agradable bocadillo de inicio del concierto, seguido de un divertimento de Mozart, pleno de elegancia y belleza de interpretación, así como el Homenaje a Cervantes, de José Pablo Moncayo (1912-1958). En este concierto pudimos apreciar la energía y apasionamiento, aunado a la elegancia característica en los movimientos de dirección de Eduardo Mata.

El año siguiente, en octubre de 1994, Eduardo Mata dirigió un concierto más en el Templo de Santo Domingo de Guzmán, nuevamente con Solistas de México. En este concierto interpretó una audaz, atractiva y moderna obra de Silvestre Revueltas, como lo es “Planos”, dando muestra del eclecticismo y versatilidad de Mata en los repertorios que ofrecía, con la calidad de excelencia musical que el exigía. Otra de las obras interpretadas fue el “Himno al Canto del Gallo”, del compositor hispanocubano Julián Orbón (1925-1991), que Mata admiraba y gustaba de interpretar y promover.

En ese mismo año de 1994, Eduardo Mata fue objeto de un merecido homenaje que le hizo el Gobierno del Estado de Oaxaca, por su relevante carrera musical y la significativa batuta de un talentoso músico mexicano de trascendencia internacional, ligado además estrechamente a Oaxaca.

Así fue como Eduardo Mata tuvo su último contacto con Oaxaca, particularmente con esos conciertos que ofreció en los últimos dos años de su vida, y que resultaron muy significativos por ser prácticamente los últimos que realizó en México.

 

Mata llegó a dirigir hasta 90 conciertos al frente de reconocidas orquestas nacionales e internacionales. En su intenso periplo por el mundo, grabó una serie de discos hasta alcanzar la cantidad de 50, en los que siempre dio lugar preponderante a la música de compositores mexicanos y latinoamericanos

 

Arquitecto, difusor cultural, catedrático universitario.


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