Ser factor educativo, apuesta del museo Rufino Tamayo
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Ser factor educativo, apuesta del museo Rufino Tamayo

El museo de arte prehispánico confía en la conformación de una asociación que garantice su existencia y programación


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Ser un espacio educativo para la sociedad y no reducirse a un espacio para mostrar piezas, es uno de los objetivos del Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo, que a sus 43 años sigue buscando las maneras para mantenerse activo.
“Uno de los retos principales del museo es ser un factor educativo”, señala Enrique de Esesarte Pesqueira, director de relaciones públicas sobre el recinto que confía en animar a nuevos talentos a formarse en diversas expresiones a raíz de la experiencia en este recinto.

El Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo fue abierto el 29 de enero de 1974, días después fue inaugurado el Taller Rufino Tamayo. Ambos sitios son parte del legado del artista oaxaqueño que pasara gran parte de su vida en la Ciudad de México, pero que mantendría su conexión con la tierra que lo vio nacer.

El museo, ubicado en la avenida Morelos, en el centro de la ciudad de Oaxaca, es una institución que espera concretar varios proyectos como el Muro Tamayo, en el que el público conozca algunas piezas del artista, pues es recurrente la petición de visitantes para ver obra del artista.

Además de talleres de dibujo y pintura para infantes, la remodelación de sus instalaciones (una casa del siglo XVIII que aunque sufrió los sismos de septiembre, está en condiciones aptas para la seguridad de visitantes), entre otros proyectos.
Sin embargo, para ello es necesario allegarse de recursos que garanticen su existencia y programación.

Aunque antes de su fallecimiento, el pintor consiguió que el Instituto Nacional de Bellas Artes pagara la nómina de los empleados, la carencia de subsidios ha hecho que el museo sobreviva casi por “magia”, explica Enrique de Esesarte.
En la actualidad, la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca apoya con el sueldo de los dos policías. Con esta dependencia, Enrique subraya que hay buena relación, aunque reconoce que el presupuesto del organismo es limitado y ve complicada la ayuda de parte de la misma.

El museo es uno de los recintos que forman parte del legado del artista oaxaqueño. Aunque guarda relación con otras instituciones del país que llevan el nombre del artista, lo que hay son muy buenas relaciones, mas no apoyos. “No hemos recibido ningún tipo de apoyo económico de ninguna instancia”.

De Esesarte subraya que “todo lo que se ha hecho en el museo es a base de las entradas y lo que recibimos de la pequeña tiendita, que es muy escaso” y como ejemplo está la muestra temporal del escultor Salvador Jaramillo, quien comparte su obra gracias a la colaboración del coleccionista Juan Manuel Figueroa, a través de la fundación Figueroa y Hernández.

CREARÁN ASOCIACIÓN

Frente a estas situaciones, De Essesarte considera viable la conformación de una asociación que respalde el museo, como sucede con el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca y el Museo de los Pintores Oaxaqueños.

“Estamos tratando de crear una asociación: amigos del museo”, a fin de hacerse de apoyos de parte de particulares, empresas o incluso gobiernos. En ese órgano estarían, entre otras personas, las sobrinas del maestro Tamayo (Rosa María, María Elena y Eugenia, hijas de la hermana de Olga Tamayo, esta última quien fuera esposa del pintor).

Para ello, hay un abogado encargado de los estudios para integrar lo más pronto posible la asociación.

Y es que aunque consigue algunos apoyos, existen proyectos que no se han podido realizar (como la remodelación de sus instalaciones) o la continuidad de algunos talleres (como el de dibujo y pintura para infantes). “También me gustaría un salón para conferencias o para usos múltiples, pero no tenemos un solo centavo para hacerlo; vivimos así, completamente al día”.

INVOLUCRAR AL PÚBLICO

Al museo llegan públicos diversos según las temporadas del año; aunque se estima que cerca del 70 por ciento de las visitas anuales es de extranjeros. De Esesarte detalla que hay mucha gente del estado y la capital que desconoce el recinto, por lo que se implementó un mecanismo de acceso acorde a cada público.

En el caso de los oaxaqueños, se les pide una cuota voluntaria; los extranjeros pagan 90 pesos, mientras que los mexicanos 45 pesos. Asimismo, se manejan descuentos para estudiantes, docentes y personas de la tercera edad.

“No queremos que sea gratis la entrada por los problemas que tenemos de presupuesto y porque cuando se da gratis la entrada no aprecian, no valoran”, explica sobre el espacio cuya museografía estuvo a cargo del mexicano Fernando Gamboa.
Y es que, menciona, lo que hay en el museo es una joya inestimable, además de que el recinto y su colección lo hacen uno de los museos más importantes en arte prehispánico. Ante ello, invita al público a conocer las más de 800 piezas coleccionadas por Tamayo y donadas al pueblo de Oaxaca.