Figuras con germinado de chía se sobreponen a la pandemia
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Figuras con germinado de chía se sobreponen a la pandemia

En Santa María Atzompa elaboran cada año estas obras de arte para la Cuaresma


Figuras con germinado de chía se sobreponen a la pandemia | El Imparcial de Oaxaca
Fotos: Lisbeth Mejía Reyes / Las figuras de barro con germinados de chía se sumarán a las ofrendas durante el Viernes de Dolores y el Jueves Santo

Cada año, cuando se aproxima la Cuaresma, Jaqueline Virginia López Blanco añade a sus habituales ollas, vasos, tazas, cazuelas y platos de loza verde nuevos acompañantes que se colocarán en los altares de la feligresía católica o en otros hogares. Las figuras de barro con germinados de chía son esos nuevos elementos que en forma de chivos, borregos, venados, ranas, elefantes o toros se sumarán a las ofrendas durante el Viernes de Dolores y el Jueves Santo.

Es como una ofrenda que usted le hace a Dios para que en su cosecha le vaya bien”, cuenta la artesana originaria de Santa María Atzompa, comunidad donde la elaboración de estas figuras es parte de la identidad de sus habitantes.

Jaqueline Virginia ha mantenido por 20 años el oficio que sus ancestros le heredaron: la alfarería, pero también una tradición vinculada a la fe católica, por la que cada Cuaresma elabora figuras de animales que servirán para los germinados de semillas de chía.

 

Jaqueline Virginia López Blanco, alfarera de Santa María Atzompa

 

Hace un año, la pandemia mermó las ventas que en esta temporada lograba con sus piezas de barro, las que le solicitaban quienes usualmente las revenden ya germinadas en mercados como el de la Central de Abasto o en las calles de la capital oaxaqueña.

A dos años de la pandemia y con el avance en la vacunación, las festividades religiosas han recobrado su carácter masivo, con lo cual la colocación de los altares y la demanda de figuras de barro también han aumentado. En los dos últimos años, los festejos se redujeron al ámbito familiar y en el centro de la ciudad de Oaxaca sólo algunos establecimientos continuaron con la tradición.

Desde su hogar en Atzompa, López Blanco explica que no hay una fecha exacta para datar el origen de las figuras de barro con germinados, aunque hay quienes la ubican en tiempos de la colonización.

Esta tradición viene de los antepasados, se decía que se colocaban las figuras de chía para que hubiera buenas cosechas. En el altar se ponen varios tipos de semillas, trigo, lentejas y maíz para brindárselos y que haya buena cosecha”, narra la artesana.

Esta ofrenda se coloca en el altar del Viernes de Dolores y el del Jueves Santo, en los que la feligresía católica suele colocar las imágenes de su devoción, que pueden ser San Judas Tadeo, la Virgen de la Asunción, la Virgen de Juquila, la Virgen de Guadalupe, entre otras.

 

La demanda de figuras es también para fines decorativos o utilitarios

 

Se les colocan flores y los animales de chía (siempre por pares), así como macetas de milpa o de trigo, que representan los cultivos de agricultores.

En la actualidad, esta tradición ligada a la fe católica ha cambiado y se ha generalizado, pues la demanda de figuras es también para fines decorativos o utilitarios (por quienes consumen los germinados de chía). Hasta hace unos años, las figuras habituales eran el borrego “y los chivitos, toritos y venados. Ahora no, porque se hacen diferentes figuras según la imaginación de uno o lo que vaya pidiendo el cliente”.

Para la temporada de Semana Santa, Virginia empieza desde enero a elaborar las piezas para venderlas en estas fechas, y los precios van desde los 10 pesos hasta 40 o 50. El resto del año, lo emplea para elaborar otras piezas utilitarias propias de su comunidad. Sin embargo, en ambos casos señala que el precio que logra por ellas no siempre es el esperado, pues el regateo impacta en sus ganancias.

 

El proceso de germinado

 

Para hacer los germinados, se usan las piezas de barro realizadas especialmente para este fin, ya que en ellas se crean “surcos” en donde se pondrán las semillas previamente humedecidas; además de tener un agujero para introducir el agua. “Ya que está húmeda la semilla se va untando donde va rallada la pieza; el rallado es para que se retenga la semilla”. El regado o rociado se hace cada dos días.

Así, tras una semana, ya está la figura con los germinados, aunque también dependen del clima; “si hace mucho calor, va a germinar rápido; si hace frío o llueve mucho, no”.


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