En México ya vuelan Los Vencejos
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Arte y Cultura

En México ya vuelan Los Vencejos

Los vencejos son los pájaros más aéreos del mundo: comen, beben y se reproducen en el aire, también mueren volando, solo caen


En México ya vuelan Los Vencejos | El Imparcial de Oaxaca
Los Vencejos (2021), de Fernando Aramburu.

Los vencejos son los pájaros más aéreos del mundo, pasan el 95 por ciento de su día surcando entre los cielos. Su morfología los dota de largas y estrechas alas que les permiten dominar el arte de volar. Comen, beben y se reproducen en el aire, también mueren volando, solo caen.

En el verano inundan los cielos españoles y cambian de continente para el invierno, sin necesidad de pagar impuestos, pasajes o tener pasaporte. Qué bonito sería ser un vencejo y mirar todo desde arriba, con libertad. Algo así seguramente piensa Toni, el protagonista de la nueva novela de Fernando Aramburu, que un lustro después del éxito mundial de Patria (2016) vuelve con Los Vencejos (2021) que desde octubre ya vuela en las librerías mexicanas. Se trata de una novela abundante en todos los sentidos, pues cuenta con casi 700 páginas que se integran a la famosa colección andanzas de Tusquets.

También a la vastedad de libros situados en Madrid, pues Aramburo ha dicho que, a pesar de contar ya con varios títulos a sus espaldas, aún estaba convencido de que le debía una novela a la capital de España, y cuando le surgió la idea de Los vencejos encontró la mejor oportunidad, aunque el escritor vive en Hannover (Alemania), conoce las calles madrileñas como la palma de su mano. En una de ellas, se encuentra el piso de Toni, un profesor de preparatoria, asiduo lector, hombre divorciado y atrozmente sincero, un padre desapegado, que está enfadado con la vida; su única compañera es Pepa, su perra, y su biblioteca, de la que se va desprendiendo, así que decide suicidarse ingiriendo cianuro. Siendo una persona tan metódica y poco práctica, establece una fecha, “miércoles 31 de julio por la noche”, dándose un año para poder descubrir por qué quiere abandonar la vida y de paso tratar de dejar todo en orden para su infinita partida.

Sin darse cuenta empieza a vivir, “Yo juraría que la vida a empezado a gustarme desde que sé que tengo en la mano la palanca para ponerle fin”, admite Toni, quien a la par escribe todos los días de estos últimos 365 que le quedan, a sus páginas llegan sus padres, su historia, su exmujer, su problemático hijo, los aciertos y errores de su inmadurez, la crisis política española, sus pasatiempos y aquellos efímeros momentos de felicidad que lo han conformado… cuando vuelva a ver al primer vencejo en Madrid, después del invierno, ya no habrá tiempo, tendrá que tomar la decisión ¿Qué pasará con su vida? ¿Logrará encontrar una respuesta?

@Urieldejesús02