“Mi hija me hizo ver la vida de otra manera”: Beatriz Rivas
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“Mi hija me hizo ver la vida de otra manera”: Beatriz Rivas

Beatriz Rivas (Ciudad de México, 1965) es una escritora muy peculiar; sus libros se entretejen en universos de deseo, de memorias, en fragmentos de tiempo novelado, en las posibilidades de…


“Mi hija me hizo ver la vida de otra manera”: Beatriz Rivas | El Imparcial de Oaxaca

Beatriz Rivas (Ciudad de México, 1965) es una escritora muy peculiar; sus libros se entretejen en universos de deseo, de memorias, en fragmentos de tiempo novelado, en las posibilidades de la vida, en la culpa y en la suerte. Es amplia su trayectoria y se ha ganado un lugar como una de las escritoras mexicanas con mayor prestigio en la actualidad. Recientemente ha publicado Lo que no he dicho (Alfaguara/2021) donde lleva a la ficción aspectos de su vida personal, convirtiéndolos en un libro que en pequeños fragmentos nos sumerge en una de esas historias que se quedan en la mente.

Hace unas semanas cuando la noche ya comenzaba a caer y la luna se coronaba airosa sobre las calles de la ciudad de Oaxaca, pude encontrarme con la escritora que, cómoda y atenta, nos recibió en el patio del céntrico hotel donde se hospedaba. Ahí conversamos del whisky, la vida, la muerte y la memoria:

En su nuevo libro Lo que no he dicho habla mucho de la culpa ¿Cómo definiría la culpa?

—Creo que la culpa es un sentimiento absurdo e inútil, pero a veces inevitable, me parece que la culpa es de alguna manera asumir una responsabilidad de algo que se dijo o se dejó de hacer, un sentimiento que la verdad es inútil. Lo único que podemos hacer los seres humanos es admitir que nos equivocamos y tratar de no volver a cometer el mismo error; la culpa no sirve de nada, es un sentimiento horrible y yo creo que para lo que más me sirvió este libro fue para ver abrazada la culpa, tan mía que ya poco a poco dejé de sentirla.

Mucho han dicho sobre qué tan ficción y qué tan autobiográfico es este libro ¿Sus lectores pueden conocerla a través de sus libros?

—Yo creo que sí, pero desde el primero, este tal vez es mi libro más autobiográfico, pero desde el primero La hora sin diosas ahí estoy en muchos de mis personajes. A un escritor lo puedes conocer de entrada por los temas que elige y la forma en que narra.

¿Beatriz Rivas es de las que recuerda mucho o le gusta olvidar?

—Recuerdo todo el tiempo, a veces hasta siento que me gustaría recordar más. De repente me trato de acordar de algo y no lo logro, yo creo que los recuerdo en mí llegan de pronto, están muy presentes en mi vida, son tu pasado, y tu pasado te hace ser quién eres.

Y en estos recuerdos también está el de los seres queridos que han partido como Armando Vega Gil, Ramón Córdoba, Ikram Antaki, partiendo de esto ¿Usted cómo ve la muerte?

—Yo veo la muerte (se le quiebra la voz) como algo… pues natural, es algo que nos va a pasar a todos, yo lo único que pido es pasar el mayor tiempo posible con mis seres queridos. Cuando la gente me quiere consolar y me dice “No te preocupes, Armando ya está en un mejor lugar” no creo en eso, pero si fuera cierto qué bueno que está en un mejor lugar; tal vez es un pensamiento muy egoísta porque yo quisiera que estuviera aquí conmigo, a mi lado, para poder seguir disfrutándolo.

¿Cree que existe tiempo suficiente para estar con los seres queridos o no?

—El tiempo es insuficiente. Para mí la muerte, la mía propia, siento que va a ser dejar de existir, aun así, ojalá que pueda durar lo más que pueda para mi hija, entre más grande me muera, más le voy a durar. Mis papás me han durado y me encanta ser una mujer que todavía tiene papás vivos porque siento que los papás siempre hacen falta. Entonces la muerte es un proceso natural que lamentablemente te arranca a tus seres queridos y es para siempre.

Generalmente, cuando se es joven, la muerte ni siquiera pasa por la cabeza, hasta que llega el momento de vivir la muerte de un contemporáneo y todo se ve diferente ¿Fue el caso de Beatriz Rivas?

—No (piensa unos segundos) y no sé si es porque soy muy inconsciente, pero cuando se murió mi mejor amiga, nunca pensé en que yo me pudiera morir. Vaya, claro que sé que me puedo morir en cualquier momento, pero no sé por qué siento que me voy a morir de vieja; hay veces que naces con ciertas certezas que pueden no tener ningún fundamento, porque no es que yo haga ejercicio y me cuide, soy un desastre: no hago ejercicio, tengo sobrepeso, me dicen que tengo que hacer mil cosas para bajarme la presión y me da igual. Hago mi vida como quiero, disfruto la vida, quiero vivir muchos años y tengo esa sensación de que me falta mucho tiempo para morirme. Trato de ser muy cuidadosa, pero no a partir de la muerte de gente cercana, sino a partir de que fui mamá.

¿Entonces tener a su hija le cambió más la forma de ver la vida que la muerte de sus amigos?

—Absolutamente, el que haya nacido mi hija me hizo ver la vida de otra manera, odio que Armando no esté aquí, que Dulce, que Ramón y que Ikram ya no estén, eso me hace ver la vida de manera distinta en el sentido en que ya no están conmigo, pero lo que sí me cambió la manera de ver la vida en general, es haber sido mamá.

¿Recuerda lo que sintió cuando se enteró que iba a ser mamá?

—Fue maravilloso, porque además no fue así de que me muero por ser mamá, de hecho, no sabía si quería serlo; soy cero niñeras, odio a los niños, es más si hubiera un niño aquí, yo estaría lo más alejada posible, el primer bebé que cargué en mi vida fue mi propia hija.

Los libros también son un pilar en su vida ¿Se ha imaginado su vida sin libros?

—No me lo imagino, pero si no existieran los libros me refugiaría en el cine porque a mí lo que me encanta es la ficción, me encanta estar imaginando.

¿Y la vida sin memoria ha pensado qué sería?

—Ha de ser horrible, la memoria es la que nos hace seres humanos, nos hace ser quienes somos, es quiénes fueron nuestros papás, cómo nos educaron, a qué escuelas fuimos, los libros que hemos leído… si de pronto te quedas sin memoria, creo que es el vacío casi absoluto.

¿Cuál le gustaría que fuera el recuerdo que deje Beatriz Rivas en la memoria?

—Híjole no tengo ni idea, caray, sería muy presuntuoso de mi parte, no sé la verdad. Pero me encantaría que mis libros estuvieran en las universidades, que trataran de ver cómo están tramados, cómo están construidos. Este libro, por ejemplo (Lo que no he dicho), me gusta mucho porque se presta a muchas interpretaciones, no sé ni siquiera si es una novela, pero digo, qué más da, es lo que es, son trazos de memoria.

@Urieldejesús02