Un pueblo que pierde su memoria es vulnerable: Guillermo Marín
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Un pueblo que pierde su memoria es vulnerable: Guillermo Marín

Con más de 20 años de investigar, difundir y promover la cultura ancestral del país, el escritor considera que se puede educar para el futuro con la sabiduría del pasado


Un pueblo que pierde su memoria es vulnerable: Guillermo Marín | El Imparcial de Oaxaca

como promotor cultural profesional. Estudió, se capacitó y trabajó en varios  proyectos del país. En Oaxaca, fue director fundador de la Casa de la Cultura de Tuxtepec. Y durante el gobierno de Pedro Vásquez Colmenares fue nombrado director de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, en la capital del estado. Fue en este lugar donde impulsó el programa de casa de cultura, el Festival de Primavera y otras actividades que llevaron a hacer de esta un modelo nacional.

“Pero llegó un momento en que me di cuenta, gracias a la fuerza y a la cultura viva de Oaxaca, que yo era un promotor cultural de las bellas artes europeas y no de la cultura propia”, cuenta el autor, quien a partir de entonces dio un giro de 180 grados a su labor y a su vida. Percatarse de lo que estaba haciendo y cambiar lo hizo entender su identidad. También, sentirse “totalmente comprometido con investigar, promover y difundir la cultura ancestral de nuestra patria”.

Desde entonces, el fundador del portal toltecayotl.org emprendió una labor para que otras personas conocieran sobre la cultura ancestral del actual México. La labor –reconoce– no ha sido fácil, pero observa los frutos y el creciente interés de la gente. En los años 90, Marín se dio cuenta que “los poderes más fuertes en este país, desde hace dos siglos, se dedican de manera sistemática a aplicarnos una amnesia cultural-histórica”.

Y eso ha llevado a olvidar el pasado milenario del país. Dice Marín que como personas, familia y pueblo, “somos lo que recordamos”. Sin embargo, así como una persona queda en vulnerabilidad si pierde sus recuerdos, “lo mismo le pasa a un pueblo que pierde su memoria histórica”.

En México, refiere, la antigüedad es similar a la de países como China e India, cuyos pueblos, sin ser historiadores, conocen y tienen un sentido histórico de su existencia. “Nosotros no. Nosotros creemos que nuestra historia ancestral, de 10 mil años, le llamamos historia prehispánica, como si fuera a partir de los españoles”, dice el autor de “Historia Verdadera del México Profundo”.

SOBRE TOLTECÁYOTL

Frente a este contexto, Marín decidió empezar con su portal que en dos décadas ha llegado a los 3 millones de consultas: toltecayotl.org. El nombre de la página donde él y su familia difunden gran parte de su trabajo se basa en la idea del tequio, de un trabajo aportado a la comunidad sin pago de por medio. Únicamente con el objetivo de dar un servicio y concretar el significado de toltecáyotl: el arte de vivir en equilibrio.

Toltecáyotl nació en 1999 y en más de 20 años ha buscado difundir las investigaciones de Marín y su familia en torno al pasado de Oaxaca y de México. Pero además ha conducido a otros proyectos como el de la asociación civil Educáyotl, que tiene como lema “educar para el futuro con la sabiduría del pasado”.

El tequio de Marín y su familia se extiende a las redes sociales y plataformas digitales, por ejemplo en YouTube, donde el canal Toltecápsulas reúne más de 260 videos enfocados en la historia y “la cultura ancestral de la civilización madre”.

“Oaxaca me ha dado no solamente la conciencia de ser, me dio a mi esposa, a mis hijos, estoy muy agradecido con Oaxaca”, agrega Marín al referirse a otros de sus proyectos, el portal Aquioaxaca.com, desarrollado “para entender por qué Oaxaca es la reserva espiritual de México”.

A más de 20 años de esa labor, el colaborador de EL IMPARCIAL (desde 1984) considera que es necesario conocer y recuperar la memoria del país. ¿Cómo hacerlo? Él responde que inicialmente con la difusión de la historia, “haciendo conciencia en la gente, en los niños”.

Desde su trinchera, Marín expone que su labor seguirá desde los portales, redes sociales y cursos que promueve de la mano de su esposa e hijos. Y es que percibe que hay un interés de la gente por conocer sobre el pasado ancestral del país.