La casa: el espacio personal visto por Víctor Mortales
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Arte y Cultura

La casa: el espacio personal visto por Víctor Mortales

El autor presenta un fotolibro, Nivi ve’e, en el que reúne las experiencias de su ejercicio de habitar en alojamientos de amigos y familiares


La casa: el espacio personal visto por Víctor Mortales | El Imparcial de Oaxaca

“El  hogar es  un  espacio de lecturas abiertas”,  dice el  artista visual  y lingüista oaxaqueño Víctor Mortales (1985), quien a partir de un ejercicio realizado en 2012 publicó su fotolibro Nivi ve’e.  Nombrado así en lengua mixteca (tu’un savi),  el  ejemplar fue presentado al  público el pasado viernes, a través de la página de Facebook del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. 

De acuerdo con el autor, el libro que inició con el proyecto Refugios temporales propone una lectura visual en la que se pregunta ¿qué es vivir  en el contexto de la segunda década del siglo XIX?  Para ello, el autor llegó a conclusiones como  el  que el que  en las grandes ciudades en México se tienen “una composición similar en la estructura de vida y en la relación que se crea con los objetos, detonando memorias que se acumulan en los espacios domésticos”. 

En  la  presentación del libro, realizada junto a la poeta Nadia López y la artista visual Laureana Toledo, Mortales señaló que las reflexiones que propuso desde su entonces proyecto de Refugios temporales, y que se mantienen en su primero fotolibro, son las de: la casa, el territorio, los objetos y la memoria.

Para ello, se valió de una dinámica en la que por 31 días habitó las casas y otros espacios que de sus amigos, familiares o incluso de algunos desconocidos. “Era una especie de provocación y auto invitación a espacios domésticos” para “saciar una curiosidad de saber cómo estaba experimentando ese espacio personal la gente con quien estaba conviviendo”.

En ese primer momento, explicó, su ejercicio llevaba “una carga narrativa muy vinculada con el viaje, la idea de recorrido y una fuerte presencia de fotografía cotidiana, de objetos, de color”.

Sin embargo, con el paso de los años y la selección hecha a más de 7 mil imágenes, empezó a plantearse la idea del fotolibro. El volumen fue concretado en 2020, en el contexto de la pandemia, bajo dos sellos editoriales: The Third Graphic y Editora T-error.

La propuesta física del ejemplar consistió en objetos con esquinas redondeadas y arillo de metal, como las libretas de apuntes que se suelen usar en México. El tiraje fue de 31  ejemplares hechos  manualmente.

En el libro, el autor propone “un título que cambia el paradigma de la relación entre las personas y sus casas”, en donde “las relaciones se dan desde el espacio de la casa, es decir, un ente que contiene todas las interacciones y relaciones que se dan en el hogar, contraria a la idea de que son los dueños de las casas quienes dominan esas relaciones”.