“Las memorias del capitán” navegan del mar al cine

El capitán Sigifredo no es solo un guía de turistas. Muchos infantes de Huatulco lo saben y por eso lo aprecian. Incluso, algunos como Pedro, Paz y Graciela quieren celebrar su cumpleaños con un pastel. Y mientras lo esperan en la orilla de la playa “navegan entre historias de piratas, sirenas y tiburoneros”. 

¿Llegará el capitán? La respuesta queda suspendida en las olas, aquellas de la costa oaxaqueña en donde surge esta historia, escrita y dirigida por Álex Sérbulo. Inspirado en el cariño y el aprecio a Sigisfredo Castro, el realizador se encuentra grabando este cortometraje de ficción en las bahías de Huatulco.

Las memorias del capitán es la nueva producción de Sérbulo, un oaxaqueño nacido en los Valles Centrales, pero que en la Costa encontró la respuesta a una búsqueda que considera están haciendo otros tantos como él. Originario de la ciudad de Oaxaca, Alex Sérbulo llegó a Huatulco hace un año como parte del equipo de producción de la película Finlandia. 

En ese tiempo conoció a un guía de turistas, Sigifredo Castro, un personaje muy conocido y apreciado en Huatulco. No se trataba de llegar con una idea para filmar sino adaptarse a las historias del lugar, explica el director sobre el origen de la trama que se desarrolla en el cortometraje, actualmente en grabación en las bahías como San Agustín y Chahué. 

El proceso no ha sido ajeno a la emergencia de Covid-19. Antes de que se dieran los primeros casos en Oaxaca, Las memorias del capitán estaban en pre producción y el equipo que colabora con Sérbulo, tanto de Papalote Films como de Chante Audiovisual, tuvo que esperar varios meses para, por fin, decir: “¡acción!”

Sin embargo, como cuenta Sérbulo, la pausa ayudó para pulir la historia y plantear el financiamiento del proyecto, el que ha echado mano de recursos propios o la venta de postales y mezcal. Además de la colaboración de personas de la comunidad, entes gubernamentales y de los propios prestadores de servicios turísticos.

Álex, que reconoce a Oaxaca como un estado donde las manifestaciones culturales están muy arraigadas, dice que fue ese contexto el que le dio la pauta en el cine y a enfocarse en los detalles, a retratar esas “cosas pequeñas”, como las que ha recreado en otros cortometrajes. 

“Son cosas pequeñas, pero grandes”, ahonda el realizador de Instinto, que cree que las historias y temas de “lo oaxaqueño” son muy importantes. Y quien para este cortometraje se apoya en Pablo Morales (fotógrafo), Iván Guevara (sonido), Gabo Armengol y Diana Mar (arte) y Yamurith Gallegos (en la producción). Además de describir que lo suyo es el “cine libre”, aquel que “se hace con el corazón y con mucho esfuerzo, pero es lindo porque es real”.