“Los seres humanos somos tremendamente contradictorios” Rosa Montero
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“Los seres humanos somos tremendamente contradictorios” Rosa Montero

En sus novelas sus personajes también son supervivientes, empiezan mal y acaban mejor ¿a qué ha sobrevivido rosa montero?


“Los seres humanos somos tremendamente contradictorios” Rosa Montero | El Imparcial de Oaxaca
Rosa Montero es experta en hacer personajes que están en busca de algo.

La prosa sin parafernalias de Rosa Montero Gayo (Madrid, España, 1951) parece ser directa; sin embargo, sus historias son como la vida. Cuando todo parece estar en orden, nos lleva por caminos que no imaginamos —es ese su arte como novelista— leerla es como escuchar nuestros deseos e ilusiones más íntimas. Es experta en hacer personajes que están en busca de algo, de realizarse o de cambiar su vida; así como lo hacemos a diario los seres humanos.

Tal como la vida se ocupa de sorprendernos; ella también se ocupa de no destripar sus novelas, de mantener ese misterio que invita a adentrarse a los libros que construye. Y aunque asegura que no esperaba que tendría éxito, se ha convertido en toda una celebridad en el mundo de las letras y el periodismo en español.

La publicación de su nueva novela La buena suerte, publicada en México en septiembre de 2020, fue el motivo perfecto para esta entrevista. Afable aceptó conversar con nosotros. Vía telefónica respondió a cada pregunta con su característico temple risueño y despreocupado como alguien que ya ha dado demasiadas entrevistas para poder sorprenderse:

AL LEER LA BUENA SUERTE PENSABA EN QUE LA MAGIA DE LA LITERATURA CONSISTE EN QUE LOS LIBROS LLEGAN JUSTO CUANDO MÁS LOS NECESITAS…

Sí, los libros tienen la magia de la literatura, que se nota desde el punto de vista personal y social, porque esta novela tiene unos ecos con la pandemia muy grandes; sin embargo, la terminé a principios de enero de 2020 y la empecé el 29 de abril de 2017, cuando se me ocurrió la idea no sabía nada de la pandemia. El personaje, por ejemplo, (Pablo Hernando) llega a Pozo Negro y se encierra en una casa, se pasa toda la novela usando toallitas desinfectantes (Risas). Otra cosa más profunda es que no sabemos del personaje, por qué se ha bajado del tren y no ha llegado al destino, por qué ha comprado la casa más fea del universo y se ha quedado en un pueblo de muerte. Y para no destripar la novela, podemos decir que puede que huya de alguien, de su pasado, que se esté castigando. Por otro lado, también puedo decir que ha sufrido una desgracia inesperada, ha tenido un apocalipsis personal y su vida se ha desbaratado por completo; cuando él se baja del tren, se baja de su vida y tiene que volver a crearla. Y eso es lo que nos está pasando a nosotros con la pandemia, entonces tiene muchas connotaciones con el momento que vivimos, que han sido meramente casuales.

NOTO EN SUS NOVELAS QUE SUS PERSONAJES SON COLECCIONISTAS DE HISTORIAS. EN LA CARNE, SOLEDAD BUSCABA LA HISTORIA DE LOS ESCRITORES MALDITOS; EN LA BUENA SUERTE, PABLO GUARDA LAS HISTORIAS DEL MALTRATO…

Es una grandísima observación; yo no me había dado cuenta, pero es interesante. Ahora estoy tratando de pensar en algunas otras novelas mías y quizás no es tan claro, pero sí puede haber, y quizás es lo que yo soy: una coleccionista de historias (risas) y los personajes me salen así.

En este caso, porque la novela trata del bien y del mal, del MAL pero con mayúsculas, de ese incomprendido que nos vuelve locos. En la novela se dice que las religiones se inventaron para darle al mal un sentido, para que no nos destruya, porque verdaderamente ese mal atroz nos destruye; entonces el personaje necesita encontrarle un sentido al mal y para intentarlo va coleccionando unas historias que para mí son lo más horrible del horror.

Esos padres y esas madres que son capaces de violar, torturar y matar a sus hijos; una indefensión absoluta de esos niños con esos monstros y además encerrados en la clausura y en el silencio del hogar, y él (Pablo Hernando) va coleccionando estas historias que las ha ido leyendo en la prensa y que son historias conocidas y creo que representan a la perfección el absoluto horror que puede estar al lado de nuestra casa, de nuestra pared y no tenemos idea.

(En tono serio) podemos tener alguna idea porque a lo mejor escuchamos sonidos un poco raros e inquietantes, pero a lo mejor escogemos no querer saber más, porque hay mucha gente que es muy cobarde; no es que sea mala, sino que es cobarde éticamente. Esta novela también dice que hay que luchar contra eso, aunque arriesgues, aunque te equivoques, aunque tengas que cargar el peso de la responsabilidad: hay que luchar contra el mal.

ABORDA EN LA NOVELA EL TEMA DEL MALTRATO ANIMAL, CAUSA CON LA QUE SE HA COMPROMETIDO; ME LLAMA LA ATENCIÓN QUE SU PADRE FUE TORERO Y USTED HA DICHO QUE DE ÉL APRENDE ESE AMOR POR LOS ANIMALES…

Los seres somos tremendamente contradictorios, tan paradójicos… ¡La vida es tan paradójica! Efectivamente mi padre era torero y al mismo tiempo amaba a los animales. Yo detesto los toros; él los respetaba, y respetaba que yo destetara los toros. Él nació en 1914, entonces venía de un mundo taurino anterior a la penicilina. En aquella época cuando empezó —que se tiró a los ruedos con 14 años— morían cada año por jornadas entre una docena y una quincena de toreros, entonces creían absurdamente —porque el toro no escoge— que era una pelea de igual a igual, eran otros mundos, con una aceptación de violencia mayor. Por otro lado, mi padre amaba a los animales y mi amor por los animales viene de ello, lo que pasa es que mi padre también amaba la mal llamada fiesta taurina y yo la detesto y espero que muy pronto acabe; ¡y acabará he! Porque ahora mismo en España solo tiene un 25 % de apoyo entre la población y de gente menor de 25 años no son ni el 15 %.
EN SUS NOVELAS SUS PERSONAJES TAMBIÉN SON SUPERVIVIENTES, EMPIEZAN MAL Y ACABAN MEJOR ¿A QUÉ HA SOBREVIVIDO ROSA MONTERO?

El ser humano es superviviente, es un animal tenaz y eso es lo que más me fascina. He ido viéndolo a medida que he ido envejeciendo, me he encontrado con casos de gente que de repente se les ha desbaratado por completo la vida; sin embargo, han sido capaces de volver a ponerse en pie.

Hay un refrán en castellano que dice “Que Dios no te mande todo aquello que puedas soportar” porque lo podemos soportar casi todo. Yo personalmente no tengo una historia de supervivencia; tuve tuberculosis de pequeña, pero desde luego yo no me siento una superviviente, no sabía que era grave, ni siquiera y luego pues, no sé… yo creo que una sobrevive a la vida que ya es bastante, porque la vida tiene unas partes tremendas siempre (risas)… en fin, he vivido y soy una superviviente como todos los seres humanos.


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