“No por tener una discapacidad debo sentir menos”: ASG
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“No por tener una discapacidad debo sentir menos”: ASG

Alejandra Sánchez Gómez es una artesana que desde la decoración de tallas de madera trata de demostrarse a sí misma y a la sociedad su potencial


“No por tener una discapacidad debo sentir menos”: ASG | El Imparcial de Oaxaca
A sus 29 años de edad, la originaria de San Martín Tilcajete ha aprendido un oficio que requiere de destreza manual

En un país donde 25 de cada 100 personas con alguna discapacidad ha sufrido de discriminación, Alejandra Sánchez Gómez no solo ha tenido que enfrentar las desigualdades sino el efecto de estas en su autoestima. A sus 29 años de edad, la originaria de San Martín Tilcajete, en los Valles Centrales de Oaxaca, ha aprendido un oficio que requiere de destreza manual, y en lo que ella, sin parte de uno de sus brazos, percibió muchas dificultades.

“Fue muy difícil porque primero me decía: ¿y si no puedo? Pero después respondí: tengo que poder. Y lo intentaba”.

En esos comienzos, la artesana de uno de los municipios emblemáticos por los alebrijes tomó una tabla “vieja”. Todas las noches dibujaba flores sobre ellas y “de la nada” fue “inventando más decoraciones”, y mejorando.

Ahora, quizá como en su niñez, niega sentirse mal por una “malformación”. Carecer de parte de su brazo izquierdo no le “impide hacer las cosas”.

DESTREZA Y ADAPTACIÓN

La destreza y la adaptación a un contexto desigual han sido claves para Alejandra, una entre las más de 7.1 millones de personas (6 % de la población total) del país que viven con alguna discapacidad. Y que además de discriminación “son más susceptibles a no tener empleo o a trabajar en condiciones de desprotección”, como señala el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Apostó por los cubrebocas como una oportunidad para
generar ingresos

Con la epidemia de Covid-19, Alejandra tuvo que volver a adaptarse a un contexto donde ya existen desigualdades para ella. Desde su taller “Colores que dan vida”, en Tilcajete, apostó por los cubrebocas como una oportunidad para generar ingresos, luego de decorar el propio.

Así como ha decorado cajas o figuras de animales fantásticos, una de sus amigas quedó impresionada con la decoración de sus cubrebocas y le pidió permiso para publicar una fotografía junto a ella en redes sociales. A partir de eso, varias personas la contactaron para adquirirle alguna pieza.

“Sí está funcionando, pero no dejamos de trabajar a pesar de que el pueblo se cerró casi cinco meses. Tenemos la esperanza de que todo mejorará y ahora sí está entrando turismo. No compran como antes, pero de algo a nada….”, comparte Alejandra.

EN ACTIVIDAD

Según el Conapred, en México solo cuatro de cada 10 personas mayores de 15 años y con alguna discapacidad está en alguna actividad económica. Alejandra es una de ellas, quien con una de sus manos y su imaginación plasma la vitalidad.

Su taller “Colores que dan vida” se ubica en San Martín Tilcajete

“Siempre he dicho que no por tener una discapacidad uno se debe de sentir menos. Al contrario, uno debe demostrar que podemos ser mejor que las personas que tienen sus dos manos, pero que se dedican a robar”, cuenta Sánchez.

Aunque por ahora piensa que se ha sobrepuesto a un contexto adverso, también confiesa que no siempre fue así. “De niña no te das cuenta tanto de las cosas, pero vas creciendo y viendo que no eres igual que otras personas, sí te deprimes. Me preguntaba por qué yo. Después fui siendo positiva y tal vez Dios no me dio un brazo, pero sí el doble de inteligencia y debo demostrar eso”.

LA DISCRIMINACIÓN

El Conapred señala que la discriminación persiste en el país y que a pesar de los esfuerzos “de orden nacional e internacional” por erradicarla, las personas que tienen alguna discapacidad siguen entre las más rezagadas “y vulnerables en términos sociales y económicos”.

Alejandra es consciente de ello, por lo que remarca que el tener una discapacidad no debería hacerla sentir menos a ella y otras personas en su situación. “Ni tampoco las personas que están completas tienen derecho a humillarnos. No debe de ser así”.


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