¿Cómo hacer del libro un objeto vivo?
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Arte y Cultura

¿Cómo hacer del libro un objeto vivo?

Tres libreros de Chile, México y Estados Unidos reflexionan sobre las afectaciones por el Covid-19, pero también en cómo hacer del libro un objeto vivo y el papel de Amazon


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¿Desaparecerán las librerías tal como las conocemos? Javier Molea responde casi por los tres: no. “Creo que es una boludez decir que las librerías físicas van a desaparecer”, reitera el uruguayo que desde 2004 instaló una librería en Nueva York. Y desde la que ha enfrentado la xenofobia o vivido la crisis por la pandemia de Covid-19.

Como de las librerías, Molea, librero de McNally Jackson, afirma que tampoco será suplantado el libro físico, como se pensó con los CDs o los E-Books.

Para él, las librerías no van a desaparecer porque encierran en sí una experiencia, como la de ir al cine, al teatro o al supermercado; en especial en grandes ciudades habituadas a ellas.

La cuestión, dice, es pensar en para qué abrir una librería si las ventas anuales en estas solo generan un 2 por ciento de ganancias. Y es que “no se hace plata con una librería; la abrimos para vender libros”. Y es esto último, afirma, lo que asegura la continuidad de un espacio como el suyo. Por eso la necesidad de vender, ya sea a sellos independientes o a multinacionales. Se trate de Maggie Nelson, Eduardo Galeano o Gabriel García Márquez.

Hay que vender libros de todo tipo, apunta, pues las librerías que sobreviven son “las que venden libros”. La cuestión, dice, es encontrar un balance entre trabajar con las multinacionales y las editoriales independientes, pero al final una librería tiene que vender libros para mantenerse en el tiempo.

Molea fue parte del segundo Encuentro de Editores y Libreros, dentro de la edición 40 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO). Como él, otros libreros que compartieron sus ideas en torno al libro fueron Francisco Mouat, de la librería Lolita (en Chile), y Eduardo de la Garma, de La Comezón (México).

El primero señaló que ya no es tema pensar en si dejarán de existir las librerías físicas sino “cómo hacer que el libro sea un objeto vivo en las filas nuestras y de quienes nos acompañan”. Si se sabe que con una librería no se ganará dinero, tampoco hay por qué perderlo, dijo. “Ahora tenemos que ser más creativos y consecuentes con nuestra idea”.

Tanto Molea, Mouat y De la Garma compartieron las experiencias de sus librerías en tiempos de pandemia. Todos coincidieron en las pérdidas de clientes y nulas o muy bajas ventas por el cierre físico, pero también una ayuda de la plataforma online tenida o implementada para sortear la crisis. O de los aprendizajes a raíz de la crisis.

Asimismo, reflexionaron sobre el rol de Amazon independientemente de la pandemia. En tanto una plataforma que en algunos casos deja al margen a librerías como las suyas, o que en otros casos, como señaló De la Garma, quizá no representan competencia en una ciudad como Querétaro. O por tratarse de ámbitos distintos que no deberían de equipararse, según la idea sostenida por Francisco Mouat.