Casa Luna pinta un mejor horizonte para la infancia
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Arte y Cultura

Casa Luna pinta un mejor horizonte para la infancia

El taller de Luna Ortiz se ilumina en una accesoria de una antigua casona asentada en la calle de Aldama número 518 en el Barrio de China


Casa Luna pinta un mejor horizonte para la infancia | El Imparcial de Oaxaca

Por José Luis Pérez Cruz

“Manzana” baja lentamente por la escalera de caracol, son las 10 horas y el alboroto infantil que llena el espacio donde la pequeña gata habita, la levanta de su reposo. Los pequeños al verla la abrazan y acarician y “Manzana” se deja querer, la felina de desliza entre mochilas, acuarelas, cuadernos y diferentes materiales que el grupo de chiquillos usa para aprender artes plásticas.

Desde hace seis meses, “Manzana” ya no vio arribar a sus amigos de los fines de semana, la pandemia del Covid-19 llegó a Casa Luna Estudio de Arte Contemporáneo, y este espacio tuvo que cerrar para integrarse a la virtualidad, donde la gatita no ha podido incorporarse.

“Lo que me atrae de la educación artística infantil es el desarrollo que van teniendo los niños, la conciencia del mundo que los rodea, la libertad con la que trabajan y la forma en que exploran los materiales en su proceso creativo, es algo que los emociona y les hacía volver cada fin de semana”, dice en entrevista la artista plástica Luna Ortiz.

La creadora de Casa Luna Estudio de Arte Contemporáneo inició su trabajo con infantes hace 10 años impartiendo talleres en verano, pero desde el 2017 decidió trabajar de manera permanente cada fin de semana.

El taller de Luna Ortiz se ilumina en una accesoria de una antigua casona asentada en la calle de Aldama número 518 en el Barrio de China, zona popular donde entre hoteles, tiendas y fondas es difícil imaginar que existe un taller de artes plásticas.

La música clásica que la tutora de artes para niños pone en una bocina, permite  que se relajen, puedan hablar con libertad, compartan opiniones y materiales, mientras su mañana transcurre en compañía de la mimada “Manzana”.

“Antes del confinamiento que vivimos en este 2020, los pequeños entre 7 y 12 años llegaban a las 10 y se iban a las 11:30 horas, todos los sábados. Trabajábamos con diferentes técnicas plásticas, antes de tomar nuestros materiales les presentaba a un artista destacado como referencia y punto de motivación”.

Luna Ortiz explica que cada dos meses planeaba talleres en colaboración con otros artistas para ampliar su conocimiento y exploración de los niños, y así desarrollaron talleres de kokedamas, encuadernación, cerámica en alta temperatura y cuentacuentos.

LA PANDEMIA A CASA LUNA

Hasta mediados de marzo, Casa Luna Estudio de Arte Contemporáneo estuvo abierta, “la pandemia nos hizo actuar y decidir cómo íbamos a trabajar, así, empezamos talleres gratuitos en línea, emitimos cinco convocatorias bajo el concepto que nombré: “Pintemos en familia”, para que en el confinamiento padres e hijos pintaran elementos que encontraban en su casa”.

La artista plástica oaxaqueña señala que a veces algunos papás se preguntan para qué sirven estos talleres, y les hago ver que las artes sirven para crear mejores seres humanos; además que visualmente se van educando los sentidos para valorar la estética y el color de manera distinta.

“Los niños que continúan en Casa Luna se han acoplado a trabajar a distancia, pero no los hace muy felices del todo, porque están agobiados con tener la escuela formal en casa, entonces no todos se han reincorporado a los talleres”.

Para Luna Ortiz adaptarse a la enseñanza a distancia ha sido relativamente fácil con las artes plásticas, con aciertos y errores, pero cada vez avanza más en su objetivo: ha logrado estructurar un plan educativo diverso al que usaba de manera presencial.

LUNA NIÑA EN LAS ARTES 

El Taller Infantil y Juvenil de Artes Plásticas de Oaxaca fundado por el maestro Atanacio García Tapia, que se impartía en muchos espacios de la ciudad de Oaxaca, fue el punto que transformó y encaminó la vocación de Luna Ortiz cuando tenía nueve años.

Este taller le sirvió para saber qué camino seguir en la vida, y para ver el arte como algo digno, y no como sinónimo de pobreza, “el arte te pone retos y forma parte de un lenguaje que logré desarrollar. Además, el maestro hacia convivencias entre los padres y los niños, lo que nos hizo percibir de otra manera el mundo”. 

Actualmente tiene una convocatoria abierta para iniciar un taller de papel maché los fines de semanas, en aras de propiciar la elaboración de calaveras en vísperas del Día de Muertos.